"Si aparecen de Lagarto Juancho, las matarán igual"

Chato con los reclamos en el Consejo Nacional de Televisión está Pablo Zamora, uno de los genios del cocido Desfachatados.

El pesote comediante entiende que “la gente tenga derecho a pataleo, porque es absolutamente válido”, sin embargo, donde no concuerda es en que los que reclaman “no tienen idea ni se han informado de qué es realmente lo que hacemos en nuestro programa”.

- ¿Y qué cresta es lo que hacen, profe?

- Las quejas son específicamente por el sketch “Curas de Vitacura”, una teleserie de sacerdotes donde jamás hacemos una mofa religiosa.

- Pero se ve a los curitas en malos actos, como choreándose caliz y tomando vinacho al seco...

- Ese es el problema. Si siguen el programa, ellos no son curas reales. En la historia del gag son dos delincuentes que se escapan de la cárcel de alta seguridad después del terremoto y se refugian en una iglesia. Por eso son tan pencas, malos y charchas.

- ¡Aaah! ¿Y lo de “La Gran Hermana”?

- Eso es solamente una parodia a un reality ya existente: “El Gran Hermano”. Es más bien un humor de situación. Bien pudo ser “El Gran Payaso” y llenar de políticos, son sólo guiños, no es para hacer tanto escándalo.

- ¿Anda muy sensible la gallá? Sobre todo con Las Iluminadas...

- ¡Totalmente! Ellas son actrices, les toca encarnar diferentes personajes y lo hacen siempre con mucho profesionalismo. Así como ya han hecho de evangélicas, ahora les tocó de monjas. Mañana quizá las pongan de budistas y después de Lagarto Juancho. No va a faltar el que se sienta ofendido y las quiera matar igual.

- ¿Lo pasan mal ellas?

- No. Ellas son muy buenas personas.

- ¿Seguirán haciendo este tipo de humor, entonces?

- Por supuesto. Y se vienen cosas peores...

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