Cuando Dj Méndez y Laura Prieto mandaron a la punta del cerro su anunciado matrimonio (julio, 2011), lo primero que hizo el rapero fue deshacerse del departamento donde pensó vivir para toda la vida con la cabra de Yingo.
Sacó sus cachureos y se viró. Hasta ahí la cuestión suena normal y hasta fomeque, pero entra a ponerse sabrosa cuando le sumamos que este finde Laurita se mudó a la misma residencia, pero con muebles y pololo nuevo: Julio César Rodríguez. ¿Cómo tanto?
Méndez dice no tener contacto con su ex desde que terminaron, que no tiene idea en qué anda, pero "sí, viví en ese departamento, pensé en comprarlo y todo para cuando nos casáramos, pero por razones lógicas, después no quise na' con el lugar".
- ¿Qué te parece su relación con JC?
- Es mi ex, qué te puedo decir... Nunca más he hablado con ella. Bueno, JC es un grande, todos mis respetos hacia él. No sé si es cierto o no que andan juntos, pero si es así lo encuentro la raja. Si ellos dos quieren eso, la raja, y que lo pasen la raja, en serio. Además, Julio César es un excelente profesional, qué más puedo decir.
- O sea está en buenas manos la chiquilla.
- Jajajá, ah no sé. Es difícil hablar de una ex, de ella no me refiero de nada, por un respeto hacia una de mis ex parejas. Le deseo lo mejor como a todo el mundo. Aprendí que no debo hablar de más, ni referirme a cosas que me van a meter en cahuines. Ahora tengo una vida diferente, feliz que me llamen para hablar de música, no de otra cosa.
JULIO: "ES MI VIDA Y LA VOY A SEGUIR VIVIENDO..."
Si le prenden la camarita Julio César Rodríguez habla hasta por los puntos negros, pero si se trata de su vida y sobre todo amorosa, al hombre se le entra el chupetín. "No quiero hablar nada del tema", nos dijo el oriundo de Hualpén, mientras comía una manzana verde, consultado por la relación que lleva con Laura Prieto. "Es mi vida y la voy a seguir viviendo", fue lo otro que salió de su boquita entre mascada y mascada.
Quienes lo conocen en la íntima, asumen que desde que se acabó su matrimonio con Claudia Arnello le cambió la cara. En su calidad de soltero, hoy lo luquean de lo más cocoroco y se le nota que lo pasa chancho con la Prieto. Sus amigotes coinciden en que no hay día en que no ande risueño y más buena onda que nunca.