Armando Navarrete es un hombre orquesta -cantante, actor y comediante- y se gasta una trayectoria que pocos pueden igualar.
Desde sus tiempos como vocalista de Los Flamingos (época en que hasta el mismísimo Che Guevara le pidió un autógrafo), hasta el día en que Mario Moreno Cantinflas le sugirió experimentar con un personaje de humor que luego bautizarían como "Mandolino"; la estrella nacional tiene historias como pa' llenar un álbum de láminas.
EN CHILE
Fue precisamente con "Mandolino" que el creador logró su mayor notoriedad pública en Chile y el extranjero, a tal nivel de que el alejamiento de su principal mentor, Mario Kreutzberger (producto de su bullado cambio de canal), levantó tantas plumas que hasta el día de hoy es un tema. Ambos se reunirán a fin de mes, cuando compartan un sketch en la Teletón.
Caminando por el Parque Forestal, su lugar favorito de Santiago, Navarrete le abrió su cucharón a La Cuarta.
- ¿Cómo tomas la posibilidad de volver a trabajar con Don Francis?
- Bien, pero eso todavía no está claro porque voy a participar con Lucho Jara, quien interpretará a Mario. En todo caso espero poder reunirme con él.
- Tengo entendido que la última vez que compartieron juntos, y que además fue su reencuentro, fue durante el velorio de su señora en marzo pasado...
- Sí, fue muy significativo, ella falleció justo cuando preparábamos nuestro aniversario 34 y no creí que Mario iba a llegar, él siempre fue muy generoso, trabajamos 25 años juntos y la única razón por la que discutíamos era por su pasión por el trabajo. Nuestras familias se juntaban mucho, de hecho todavía me cuesta ver a la Vivi animando programas.
- ¿Cómo fue el reencuentro?
- Solo recuerdo que nos abrazamos como 15 minutos con Mario, fue un momento difícil...
- ¿Ahí se arreglaron?
- Solo estuvimos alejados, pero nunca hubo odios ni resquemores...
- ¿Qué pasó entonces?
- Fueron ciclos, si me preguntas si tuve algo contra Mario, te diría que nunca tuve nada en su contra.
- Aquí se dijo que ya no se podían ni ver...
- Se tejieron muchas cosas que no colaboraron en nada, pero que tampoco influyeron en nosotros.
- ¿Y se han vuelto a juntar?
- No, pero porque Mario vive en los aviones y por ende no tiene tiempo.
- ¿Cuál es el recuerdo más próximo que guardas de él?
- Dos días después de vernos me enteré que Mario, sin contarme, pagó todo el funeral de mi señora... sin haberme dicho ni una sola palabra... ese es Mario, poh, ¿cómo voy a pelear con él?
Jorge Ruz Arias