Cristina Moreno y su vecino, Álvaro Vergara, son como Pimpinela: se pasan mandando a la ñoña, pero igual se quieren. En esta oportunidad, la parejita se sacó en mala los trapitos al sol pero terminaron encatrados practicando hasta la letra chica del Kamasutra.
Después de hacer hervir el departamento, los tórtolos despertaron con un flor sentimiento de culpa y optaron por quedar a lo amigo. "Lo que pasó fue una locura. Totalmente", le tiró la Cristi, quien le rejuró que no volvería a pasar nunca más.
Pero una imagen vale más que mil palabras...
Después del segundo revolcón en línea, los vecinos ahora sí que se juramentaron no volver a pecar. Pero como la carne es débil optaron por recular y llegar a un acuerdo. "Sin sentimientos" será la relación de ahora en adelante, pues ambos quieren cacheteo, pero sin enamorarse.