Spielberg quería a Potter como mono animado

El mate creativo de Steven Spielberg estuvo a un paso de convertir la saga Harry Potter en una serie de películas, pero en la onda animada.

Así al menos lo soltó Los Angeles Times, periódico que aseguró que el bacán director de cine tenía entre ceja y ceja llevar a la pantalla grande una versión animada de los libracos de J. K. Rowling, cuando recién empezaban a sonar en Estados Unidos e Inglaterra.

Todo partió cuando los estudios Warner Bros, compraron los derechos de la historia por 2 millones de dólares y empezaron a buscar un socio para esta aventura.

Spielberg prendió al toque y empezaron las chácharas a través de la compañía Dreamworks. El realizador planteó la idea de juntar las dos primeras novelas de J. K. Rowling y hacer una peli de animación a través de Pixar.

"Creí entonces que valdría la pena que Steven Spielberg dirigiera (...) Se lo ofrecimos. Pero una de las nociones de Dreamworks y Steven era combinemos un par de los libros, hagámosla de animación, y eso fue porque por los efectos visuales y Pixar se demostró que las películas de animación podían ser muy exitosas", indicó Alan Horn, quien en la época era presidente en Warner Bros.

Al final la conversa no fructificó, ya que a Horn no le gustó la idea de Spielberg, ya que para él lo ideal era que la cinta se hiciera con actores de carne y hueso, y harta razón que tenía, ya que la saga actualmente da ganancias multimillonarias.

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