Joaquín Gastón Maluenda Quezada fue el nombre que le dieron sus padres, pero todo el mundo lo conoce como Tachuela Grande.
El payaso icónico de nuestro circo criollo, por estos días está viviendo un momento que le tiene el corazón lleno de dicha, pues sacarán un libro con su biografía, bajo el título "Recordar es Vivir: Conversaciones con el Tachuela Grande".
"El circo chileno en estos tiempos está viviendo su primavera en los 200 años que tiene, incluyendo las leyes sociales y ahora la literatura", dice Maluenda.
- ¿Siente algún cambio para el circo?
- Claro, porque se engalana el circo chileno. Siempre fue el hermano pobre de las demostraciones artísticas en Chile, mirado incluso en menos.
Ahora tenemos dos leyes que son el Día Nacional del Circo y otra que es declararlo como patrimonio de la cultura chilena.
- ¿Cómo fue que nació su libro?
- Gracias a este cambio de visión, los escritores vieron un punto importante dentro de la sociedad, donde te ponen a la moda de cómo está el circo.
Es así como por primera vez en estos 200 años se escribe la historia de un payaso, y que como cosa inédita, se va a realizar su lanzamiento bajo la carpa del circo, tomando en cuenta que la literatura es para los sectores clasistas, ahora baja para todo el público.
Tachuela Grande escritor
- ¿Qué incluirá?
- Este muchacho joven, Alonso Garay Silva, me cuenta que quiere asistir a las giras para mostrar el circo a través de mis experiencias.
Primero lo dudé un poco, porque muchas veces llega gente con algunas ideas preconcebidas, y el circo está abierto para toda manifestación, no nos cargamos para ningún lado. Ni político, ni social, ni deportivo.
- ¿Cómo fue el proceso para dejarlo entrar a la carpa?
- Él vivió un proceso muy sacrificado, es profesor de castellano del Instituto Nacional, y comenzó a visitar el circo todos los fines de semana.
Llegó a Copiapó, a todo el litoral central, a La Serena, Vallenar, entonces cuando apareció con un borrador me di cuenta de que era verdad lo que me estaba diciendo, y que valía la pena.
- ¿Los viajes se los costeaban ustedes?
- Nada, él se pagó todo, y además para poder sacar el libro fue rechazado dos veces por el Fondart, porque como no tenía el dinero suficiente, necesitaba el apoyo como todos, pero no lo consiguió y tuvo que meterse la mano al bolsillo, no quedó otra.
- Ahora que ya lo terminó, ¿cómo le ha ido?
- Muy bien, aunque el lanzamiento es el 4, ya tiene 1.500 libros vendidos por internet, y fuimos confirmados para la Feria Internacional del Libro.
- ¿Qué destacaría de la obra?
- Que lo puede leer cualquier persona, lo pueden pescar desde el principio, desde el final o del medio y de todas formas lo van a entender.
Eso es porque son conversaciones, por eso el nombre de "Recordar es Vivir: Conversaciones con el Tachuela Grande".