Es cosa que le pongan play a la transistor y empiece a sonar el reggaeton para que de una suba el calentamiento global del planeta.
Así lo entendieron las chiquillas y cabros que se están desencajando las caderas con tal de no ser eliminados de la noche cada vez más brutal Fiebre de Baile.
Y adivinen cuál fue la primera dama que tuvo los honores de abrir los candentes meneos pélvicos, la tranquila y siempre calma Tanza Varela.
La infanta de los ricitos de orégano prestados, jugó al misterio con la dedicatoria de su intenso perreo, ya que en menos de lo que se demoran los garzones en traer la cuenta cuando canta Kenita Larraín, la cabra trató de impresionar al jurado con unos movimientos cargados al fruto prohibido.
De puro jugada, Tanza aniñó a su bailarín para que jugara con el bastón que utilizó para su performance. El cuento es que hubo una postura donde el inocente palito parecía balancín y Tanza no halló nada mejor que dejar chico al guaripola de la próxima Parada Militar. Se la jugó y perreó como nadie.
Roxana Muñoz, la conejita de la pomada, estaba prendida. De entradita al set largó que estaba como tele de conserje y que quería puro mover la coneja.
Lo dejó todo en la pista, y ante las mansas pepas de su novio Kike Acuña, lo dejó todo en la pista. Fue tanto el calor que generó la negrosura que su bailarín tuvo q ue mojarla para parar el web. "Hasta yo quedé húmedo", soltó Coloma, al terminar la performance, todo sin antes entregarle excelentes notas a la ex Año 0.
Luego vino el turno de la Geisha, la que se mandó un perreo tímido, mal aprendido, donde aparte de calentar la pelea que tiene con la Negra Díaz, no excitó ni al vivaracho de Cristián Sánchez.
