Chatos quedaron los miembros del piño Anaconda luego de que la PLR que le puso el abogado Jorge Núñez a Tanza Varela haya influido en la última competencia por equipos.
La más incendiada del lote "Anaconda" fue Sandra Bustamante, amiga de la flacucha, quien piteó por la amurrá que se pegó la ex de Juan de Dios al quedar sin pololo en la realidad y le cantó en su propia cara que la derrota fue por culpa de ella.
Por su litro, Tanza aseguró que quería puro perder, pues la depre la invadía y le pidió a sus compañeros que la nominen para ir al duelo de eliminación para "sentir esa experiencia", según ella misma explicó. Para ponerle más color, avisó que quiere ir a la pelea con el musculín de Pablo Schilling para irse cortina.
Pero poco le duraron las ganas de echarse el pollo. Esto molestó al Huaiqui y a Anita Alvarado, quienes la quieren fuera del reality porque, si la nominan, Varela podría nominar a la brasuca Clarise Lima y zurcirla.
COMPETENCIA
Para la segunda competencia por equipos, los cerebros del cocido reestructuraron los piños de Piraña y Anaconda. Tras una dura competencia, el lote conformado por Francisco Huaiquipán, Anita Alvarado, Carlos Ripetti y Carla Cáceres fue más vivito y se quedó con el triunfo luego de cruzar el puente que ellos mismos debieron armar.
La derrota dejó con la bala pasá a Sandra Bustamante, quien piteó por el corneta desempeño de Tanza y el poco espíritu de equipo que puso en la competencia.
REINGRESO
La temprana partida del che Juan de Dios dejó una plaza vacante para el ingreso de un participante y muchos juraban de guata que Chanchulín haría su estreno. Hasta en el mismo encierro los participantes especulaban que el hermanito menor del "Mago" Valdivia haría su estreno en la aldea bora. Sin embargo, y para decepción de unas cuantas, fue Nico Yunge quien reingresó al encierro luego de que Cristián Sánchez avisara que, en caso de una renuncia, el último eliminado tendría la opción de volver a la competencia. Y así nomás fue.
El ex amigui de Perla llegó en la buena onda, prometiendo que se iba a portar de lujo y que no se volvería a mandar condoros. Sin embargo, no se demoró ni un suspiro en alegar por las precarias condiciones en que se vive.