Tatiana: "Al actor le pasaron cosas estando arriba mío..."

Lo que la barra ve como un deleite en cada escena califa que aparece en "Infieles", no siempre es así para sus protagonistas. Si no pregúntenle a Tatiana Merino, quien hizo de las suyas en "Vueltas", el capítulo con el que anoche se dio el ¡vamos! a una nueva temporada de las series hot de ChileVisión

En la historia las ofició de "María", una mujer de Catemu que le pone los cuernos a su respetado marido con un joven repartidor del gas. La showoman filmó un cacheteo abajo de un escenario de un show de cueca, y con su galán encima de ella todo el rato: "Fue súper incómodo, y no sé si se verá mi pechuga cuando me la besan...Estábamos apretados porque él no se podía mover mucho porque se daba cabezazos con el techo".

- ¿En cuántas tomas rodaron la escena?

- Mmm, fueron dos de aquí, dos de por allá, un plano general...en total fueron unas seis. Pobrecito el actor, los brazos le quedaron cansados porque él tenía que apoyarse y yo no.

- ¿Te pasaron cosas?

- No, porque uno está más pendiente de que salga bien la escena.

- ¿Y el actor cómo quedó?

- Pareciera que el hombre en esos casos inconscientemente siente que no está muerto, jajajá. Obvio pues, al actor le pasaron cosas estando arriba mío.

- ¿Repetirías esa experiencia hot?

- Quizás. Quedé satisfecha de mostrar mi talento como actriz.

"CON EDUARDO NOS PONDREMOS LAS ARGOLLAS"

Luego del chaparrón que vivió el año pasado con todos los tetes del hogar de ancianos de María Pinto, su local de pollos y su romance con Eduardo Parrao, ahora a Tatiana no le queda otra que sonreírle de nuevo a la vida, porque nos contó que se quiere puro casar con su tortolito de San Fernando. "Estoy viviendo con Eduardo y nos pondremos las argollas", confesó.

- Chuuu, ¿cuándo sería eso?

- El 13 de octubre, que es San Eduardo. Me quiero casar como Dios manda y tener guaguas, jajajá. Bueno, nunca tanto, porque no creo que todo se pueda, pero quiero casarme.

- ¿Él no estaba casado?

- Todo eso era mentira, él está divorciado y su mujer le pasa pidiendo perdón por el daño que hizo.

- ¿Qué pasó con el asilo?

- Eso está en manos del Sidarte, yo no tengo nada que ver ahí. Ahora no me podrán atacar más.

Alberto Brieba L.

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