La ricarda cantante cuate Thalía aseguró que unos pulpos humanos con los tentáculos más largos que los carretes del Kike Acuña la manosearon como quisieron a su llegada a México. La pechochura comentó que algunos patudos degenereques, aprovechando el alboroto en el aeropuerto, le corrieron mano sin ningún respeto. "De repente sentí una manita como que se me escurría por la cintura y otra que se quería meter por las piernas y otras que ya estaban jalándome el pelo, pero así es cuando se siente el calor de la gente", señaló con ironía.