Dos semanas exactas faltan para el recital de los ingleses de The Cure en el Estadio Nacional y como los oriundos de esos lares son terrible de exigentes y puntuales, ya mandaron la mansa lista de peticiones para hacer su estadía más que gloriosa por acato.
La banda liderada por el peinadito Robert Smith cachó que somos tierra de los más bacanes vinachos y quiere remojarse el paladar con una gran variedad de cepas chilenas. Como se nota que son harto buenos pa'l diente, sobre todo Smith, el brebaje quieren acompañarlo con grossos platillos de nuestros más ilustres manjares. Dicen que a los rockeros se les hace agüita la boca de solo pensar en unas patitas de chancho con pebre o un rico pastel de choclo con las mansas presas de pollo.
Para los regodeones de su séquito pidió de extra comida fusión y mediterránea, por ejemplo, quesos, aceitunas y jamones.
Los miembros del conjunto que canta "Boys Don't Cry" son fanáticos del té y los chocolates, así que olvídense la tracalá de kilos que se engullirán.
El camarín del vocalista debe estar decorado en onda gótica, igual como son sus pintas y no pueden faltar dos paquetes de cigarros franceses con filtro.
Los que han tenido contanto con Robert detallan que es sumamente cuidadoso en cada detalle de la producción de sus shows en Latinoamérica. Este urgimiento hizo que personalmente escogiera al equipo de grabación y dirección para cada una de las presentaciones agendadas, el hotel para su estadía, cantidad de traductores, así como también la elección de las bandas teloneras. No se le va una al chascón.