Thelma, la paraguaya cara de guagua que mata con su retaguardia

Hace pocas semanas, la infartante paraguaya Thelma Rivas Ortigoza saltó a la fama en su país, luego de ganar el fogoso “Miss Tanga 2012” local. Un concurso donde sus 91 centímetros de cola la elevaron a la categoría de nueva ídola de exportación. Mismo mote con que llegó a Chile.

Invitada por los capos de los instrumentos musicales “Scorpion”, para quienes protagonizó un catálogo a todo cachete, la chiquilla con cara de guagua pero cuerpo tropical no dudó en mostrarnos todo su talento en una sexy sesión para ESP.

La ricura, que está como  pa’ hincarle el diente con servilleta, tiene apenas 21 añitos y la pura carita de angelito.

De su viaje a Chile le gustó el centro de esquí Valle Nevado, donde la llevaron para que derritiera la nieve.

“Nunca había estado en la nieve... fue mi primera vez”, confesó.

Lo fome es que tras su primera visita, la paragua quedó con una visión errónea del exponente criollo. “Los chilenos son guapos, pero son muy fríos. Tienen que ser más cálidos con la visitante extranjera”, solicitó bien suelta de cuerpo la belleza que se gasta 85 centímetros de delantera y 60 de cintura... ¡No, si es rica, rica!

Tampoco le gustó el clima. “Hace mucho frío. Tengo que andar muy tapada y yo prefiero usar faldas cortitas y petos que muestren el ombligo”, relató caprichosa.

“De mi país me gusta ir a la playa y tomar sol en topless, pero que nadie me vea porque soy pudorosa”, aseguró sin arrugarse.

También afirmó que nunca ha probado la arena a potope, pero que muere de ganas que su novio paraguayo (con quien está hace 3 años y quien seguramente no tiene ni un brillo... y no es que estemos picados) se ponga las pilas en la yapla.

Thelma nos contó que está súper feliz con su cuerpo y que no tiene atados en mostrarlo porque “es bonito”. Sencilla, añadió que su percha la heredó de su mami, quien también es  voluptuosa, y no producto del quirófano. Como pa’ hacer la dieta de la lagartija... “Mis curvas son 100% naturales”, sentenció poco antes de volver a su paraíso.

COMPARTIR NOTA