¡Lo perdimos chiquiiiiillas!

El galanazo o mejor dicho el "ex" durito y apretadito Juan Falcón tuvo que dejar de ser el símbolo sexual de siempre, para transformarse en un guataca lleno de calugas, pero de las Pelayo.

Juanito ahora tiene su balanza en 100 kilates, y de su cuerpecito perfecto sólo le queda la linda sonrisa con la que ha conquistado a tanta cabra.

¿Pero qué xaxu le pasó? La pega lo tiene así y eso que no labura en el diario pop. Como la actuación manda, el cubano no se hizo de rogar para interpretar el papel de un taxista panzón, "Wilson", en la telecebolla "Las dos Carolinas", que Chilevisión estrenará en marzo.

Para dar en la amplia talla del compadre subió 25 kilos. Desde que le dieron la orden se puso a masticar como condenado y a la fecha tiene más guata que el filipino embarazado.

"Como de todo, de lo que quiera. Empecé a comer muchos dulces, y pastas, muchos porotos con tallarines, pan, hamburguesas, mantequilla..." reveló a La Cuarta su antidieta.

- Partamos por el desayuno, ¿qué le pone pa’ dentro?

- De desayuno me como dos marraquetas ¡y como cualquier hueá!

- ¿Y de almuerzo, de cena?

- Lo que venga: comida peruana, arroz, porotos negros, empanadas y tortas. Y como estuve varios meses de vacaciones, fui a hartas fiestas y carreteé harto.

- Yaaaaa, ¿o sea que la pasaste chancho comiendo como tal?

- Sí, me encantó. Pero igual nunca me dijeron que subiera una cantidad de kilos. Sólo me puse a comer a lo loco, sin nutricionista, ni nada, y pasé de 75 kilos a 100 kilos.

- Caleta, ¿te gusta ser gordito?

-Me divierto harto siendo gordito, pero es incómodo, me tuve que comprar ropa más grande y la espalda ¡la tengo echa mier…! y me cuesta doblarme.

-¿Y te han pesado los kilos en el amor?

- Jajajá ¡ nooo! Mira, a mi pareja no le gusta mucho mi nuevo look, pero igual es la única dueña de mi guatita y es la que me alimenta.

- La gran duda es cómo miércale vas a bajar toda esa ponchera, cuando termines de grabar.

- Espero que en marzo, después del lanzamiento de la teleserie, pueda aguantar la boca no más, pero jamás al nutricionista. Mi secreto es bajar de a poquito, cerrando la boca y con ley seca.

- ¿Qué te dicen sus brocacochis?

- Se ríen y dicen que viene un hermanito nuevo en camino.

- Y tiene hartos meses, eh.