Tomen nota, chiquillas: Raquel Argandoña dio las claves del éxito

Raquel Argandoña ayer fue a dar dos charlas motivacionales a jóvenes de la Academia Internacional Milano Models. Y le diré que la iñora tuvo embrujadas a las futuras estrellas.

Llego poco antes de la hora acordada: a las 9.30, porque para la Argandoña la perseverancia, puntualidad y responsabilidad marcan la diferencia entre ser top y uno más del montón. Y dejó las cosas claras: no le podían decir “maestra” ni “tía”, había que tutearla.

El mito de la galucha

Así, más de una veintena de lolos pegaron la paila a su relato donde aseguró ser autodidacta y que a los 18 ya era una de las lectoras de noticias más importantes del terruño. También descaseteó la mítica frase pa’ la galucha que se mandó en el Festival de Viña en 1981, cuando en su rol de jurado tapó su carrocería con un vestido metálico.

“Era imposible que fuera de la galería si  tenía puesto un vestido que costaba millones de dólares”, confesó sobre el legendario atuendo que hoy por hoy está en el museo de la moda. Un honor para la Raca que prefiere verlo ahí que metido en una bolsa de plástico en una bodega.

Comentó lo importante que es manejarse en el blablá y no solo en chilensis. “Si sabes idiomas la vida se te hace más fácil. Por ejemplo, el inglés es un idioma universal, yo lo hablo solo en presente porque  no me sé los verbos”.

Limpiecitos

Para la senséi el aseo y ornato del body es primordial en la carrera y hay que decirle nones a los tatuajes. A los muchachines les recomendó dejar de mordisquearse las manoplas, “cómanse otra parte” y a las chiquillas las dateó con que siempre ayuda andar depiladita. Todo sea con tal de  evitar bochornos. “He trabajado con varios del reality de Mega, ‘Amor a Prueba’, bellos, bien musculosos. Olvídense el olor a transpiración cuando algunos levantan un brazo y te quieres morir. O si vienen del mercado porque comieron ceviche y olvídate el aliento”.

Reglas de oro

Unos minutos más en el aula  y la iñora se raja con varias máximas indiscutibles. “La televisión puede ser un sueño pero deben tener un cartón, de cualquier cosa”, “si no juntaste plata y te dedicaste a ser estrella sonaste, vas a volver donde empezaste” y “siempre va a haber uno mejor que ustedes y deben sentirse seguros de quienes son, nunca sentirse menos que el que tienen al lado”.

Les recalcó a los futuros modelos que siempre tienen que hablar con personalidad (“aquí llegué yo”), que no ocupen petos, ni pantalones apretados si les sale un rollito (“una cosa es andar a la moda y otra que te quede bien”). Y ver las noticias, aunque sea en la noche para tener una idea de lo que pasa en el mundo.

Su relación con Kel también salió en la charla con una anécdota, sobre lo poco que le gustó la época en que a su regalona le dio por usar lentes ópticos de color. “Parecía muerta en vida, era tan rara, no tenía expresión. Era como un ojo de vidrio. Su  estética son los ojos café y ahora les saca partido”.

Al despedirse recalcó que nunca hay que olvidar a los amigos de infancia (“son los más honestos”) y que nunca hay que echar al olvido a los papis, ya que a ellos se deben las cosas que uno tiene.

“La idea es contar parte de tu experiencia de vida. En la tele es fácil entrar, lo difícil es mantenerse y la idea  es que vean que la televisión no es el mundo ideal. Primero deben tener una profesión, una seguridad, el resto es un anexo”, nos comentó a la salida.

De yapa cachamos que la matriarca se sumó a la moda de la auriculoterapia (dieta con imanes). “Funciona no solo para bajar de peso sino que para relajar la vida, disminuir la ansiedad. Yo he bajado 14 kilos”, asumió.

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