Cauta se muestra Tonka Tomicic ante el debut, esta noche, de la versión criolla de Fear Factor, luego de la escasa sintonía que lograron sus dos proyectos anteriores desde que está en Canal 13.
Tanto El Hormiguero, como Tonka Tanka, obtuvieron escuálidos resultados en materia de sintonía.
Al otro lado del teléfono, desde Buenos Aires, nos cuenta que quedó con la cara como mapache por culpa de una sopa que se tomó.
"Fue el domingo pasado y tuve que ir a las seis de la mañana al hospital Me inyectaron corticoides directo a la vena. Tenía los ojos y la cara hinchada. Parecía boxeadora", confiesa.
Sobre Fear Factor señala que "es un programa de corte veraniego y no tan empaquetado. Pero también hay que agregar que es imposible descontextualizar la realidad del canal y vamos a marcar lo mismo que marcan nuestros programas de las 22 horas. No creo que ocurra lo que sucede con Los 80 que es un fenómeno de la televisión actual".
-¿Cómo enfrentas este desafío?
- Como siempre: Con hartas ganas y trabajando harto acá en Argentina, porque todavía no terminamos de grabar todos los capítulos. El trabajo ha sido intenso y ojalá que el público guste de ver a los chilenos en situaciones extremas.
- ¿Por qué se hace allende los Andes?
- Porque el nivel de las pruebas requieren de mucha seguridad. El formato es muy exigente en ese sentido.
- ¿Te tocó participar en una situación así, tipo Lara Croft?
- Si, hice unas promociones en altura y después me lancé al vacío con unas cuerdas, pero todo bien.
- ¿Cuál será tu misión en el cocido?
- La de cualquier conductor de reality, pero está claro que las luces se las llevan los participantes, que son seis por cada capítulo divididos en tres parejas.
- ¿Tuvieron algún percance?
- Hubo unos concursantes que casi se agarraron a coscachos, porque no falta el que se pica.
- Compites con Teatro en Chilevisión y el Pato Torres nos dijo que él tenía un nicho ganado y que tú tendrás que ir por el tuyo. ¿Qué te parece?
- No me gusta individualizar las peleas en televisión, porque un día somos contrincantes y, al otro, compañeros de trabajo. Pero se trabaja así y es difícil acaparar la sintonía.
