La última mocha entre los equipos de basquetball de Los Angeles Lakers y Utah Jazz tuvo un ingrediente especial. La realeza del pop estaba en primerísima fila, se trata del hijo mayor de Michael Jackson, Prince. El cabro de 13 años gozó de uno de los espectáculos deportivos más salados del mundo con tratamiento VIP.
El adolescente llegó al Staples Centre en compañía de su tío Jackie Jackson. Como era de esperarse, casi todo el estadio se concentró más en él que en el partido. Si hasta estrellas de la TV gringa fueron a saludarlo como si fuese un ídolo. Fue el caso de Khloe Kardashian y el actro George López.
Hasta los jugadores de Los Lakers se despidieron de Prince una vez que humillaron a los Jazz por 120 a 91. Uno de los gigantones más entusiasmados fue Ron Artest, quien le expresó al espinilludo su admiración por su fallecido padre.