El 31 de este mes empezarán a volearse las bolas en el Movistar Open, y el Nico Massú ya está en Chile de pretemporada. Pero no todo en la vida es pega, ¿cierto? Así que el Vampi se dio el tiempo para ser el alma de la fiesta en el VIP de Sunshine Club, en un fiestusón electrónico que duró hasta que la diuca cantó a las 9 de la mañana de ayer.
Este verano el "Sunshine" ha sido el epicentro de los carretes más "shuper" de la Quinta Región, siempre cargados a la música electrónica, una piscina de esas que se ven en los capítulos de "Infieles" donde pululan famosillos y en general rostros top del "best seller" criollo, como decía el gran Murci Rojas. De hecho, el que administra el local es José Antonio Aravena, gerente del Teatro Caupolicán, y miembro del clan amo del Club Passapoga.
Por eso el sábado al paraíso del punchi punchi llegaron los brothers Pablo y Francisco Schilling, Janis Pope, la infartante Andrea Dellacasa (mmm) y, obviamente, bien entrada la noche el infaltable "Negro" Piñera, ¡papá!
Aunque nadie lo pasó mejor en el VIP que el Nico, más enamorado que nunca de su Dayane Mello, en lo que fue su primer carretito en público desde que decidieron enterrarse todo, todo. Pero no sea malpensado, nos referimos a los cortocircuitos que los llevaron a poner en riesgo su paso al altar.
Tanto fue el amor, que el Nico sólo le soltó la manito a "Dayi" un par de veces, cuando ella corrió a saludar a sus amiguis y él destapaba otra chela. Pero casi nada. Lo demás fue todo besos, incluso la brasuca de infartantes 85-60-88 y un metro 78 de pura fibra, intercambió los papeles y ella fue la chupasangre que le mordió el cuello a Massú, como si se tratara de un "aer, ¿quién es el Vampiro?".
"Se veían súper tiernos. Yo creo que ahora sí que se casarán", contó un productor de eventos que compartió más de un brindis con Massú, hasta temprano, eso sí. Porque el tenista, que viene de caer en la qualy de Australia (se comió un 6-1 6-3 ante el 242º Marco Cragnola), aún está afectado por el cambio de horario.
Así que la concentración luego prosiguió en el depa junto a Dayane, como debe ser.
LA JUGOSA HISTORIA DE AMORSH DEL PARCITO
Bien piolita tenían la relación el vampiro Nicolás Massú y la modelo brasileña Dayane Mello, quienes dejaron fluir el amorsh el 2009, tras la mocha de Copa Davis entre Chile y Austria, donde se vio a la maniquí alentando al viñamarino. De ahí en adelante, fue una bonita historia de Cupido, donde la Tía Sonia la bautizó como la nuera ideal.
Pero no todo fue amor. Las continuas escenas de celos y las discusiones a grito pelado hicieron que la relación se terminara. Uno de los numeritos que gatilló el quiebre definitivo se vivió el 24 de enero del 2010, en plena discotheque Kinki Beach de Concón, cuando la modelo celosa golpeó y arañó al tenista por estar conversando con algunas lolitas en la puerta del recinto nocturno.
Sin embargo, unas semanas después la diosa cambió las raquetas por las pelotas de fútbol, siendo paparazzeada por la revista italiana Nouvelle 2000 cariñosita junto al delantero del Inter de Milán, Mario Balotelli, mientras lucía su escultural cuerada en las pasarelas europeas. Pero el que sigue la consigue y en unas vacaciones en familia por el viejo continente, el Nico decidió viajar a Italia a reconquistarla y revivir el romance... Y de Europa los tenemos en Ritoque.
