Más loca que sus extravagantes camisas fue la jornada que vivió ayer Vasco Moulián. Es que no era un día cualquiera, pues en The Clinic habían sapeado que mantiene una brígida deuda de 24 guatones por la pensión alimenticia de sus dos hijitas.
En la matina, Farandulandia esperaba que el amigo íntimo de Homero Simpson hiciera algún tipo de declaración en “SQP”, programa donde a veces parcha como panelista, pero el compadre ni se asomó por Chilevisión.
Sin embargo, en la tarde, en su compromiso ineludible con el "Sin Dios ni Late", espacio que anima en Zona Latina, lo hizo enfrentarse nuevamente con los medios.
Lejos de dar la cara, Vasco decidió realizar una jugada que dejó ¡plop! a los reporteros. En su mejor papel, el actor se las dio de “arañita” y, según peló su propio equipo, se habría trepado por la parte posterior de los estudios de su canal para hacerle un amague al acoso periodístico, luego de llegar al lugar de lo más fondeado en su moto Vespa.
Una movida que habría incluido hasta cambio de ropa, para que nadie lo cachara, mientras le comentaba a sus cercanos que por nada del mundo hablaría con los medios.
No obstante, la presión y el mismo cansancio finalmente lo hicieron salir y chantarse frente a las luces.
"Hay una metía, por ahí, por ahí", explicó riéndose del ooooso que hizo en su entrada y aclarando al final que decidió hablar por respeto. "Este es un tema que tengo con mi ex señora desde hace tres años. Lamentablemente se filtró un documento privado, pero estoy súper tranquilo", fue lo primero que dijo.
El papi corazón señaló que el cahuín "sí me afecta, porque no hay nada más patético que ver que las niñitas cachen estos problemas de grandes", agregando que "ahora me toca estar en la mala, pero estoy dando la cara".
Con respecto a si se meterá la manito al bolsillo para pagar los guatones, Moulián explicó que "no tengo problemas que me impidan pagar. Me demandaron por ocho millones de pesos mensuales, pero es una locura hablar sobre estas cifras".
Finalmente, con respecto a los sapeos de que los verdes lo andarían buscando por la deuda para llevárselo precioso, el compipa señaló que "todos saben dónde trabajo, así que saben dónde estoy", manifestando que en todo caso no le da cuco la reclusión nocturna de quince días, castigo al que se expondría en caso de no rajarse con las luquitas.
“Si me tengo que ir a dormir quince días a la cárcel, no tengo ningún problema”, cerró.