Marlen Olivari es, lejos, la figura de Farandulandia que ha salido en más portadas de La Cuarta.
La morenaza calcula que son más de 50, desde que nos dejó pidiendo agüita tras aparecer dando el pronóstico del tiempo con poquita ropa en "País V". O luego, cuando ganó el Miss Hawaiian Tropic, en enero de 1995.
Mientras estuvo casada con Roberto Dueñas todas estas páginas colgaban en una pared de la oficina del "Peluche". Ahora están guardaditas.
- ¿Recuerdas cuál fue tu primera portada?
- Sí, cuando gané el Miss Hawaiian Tropic. Después hubo una oleada importante, a partir de lo que se mostró en "País V". En ese tiempo era novedad que alguien se sacara la ropa y ahora no... Cómo cambia todo, ¿no ?
- ¿Qué te provocó ver esa primera página?
- Fue entre vergüenza, porque me verían todo, y orgullo profesional. Además, como mujer, me sentí más sensual.
- ¿Qué opinaron tus viejos?
- Le dieron importancia, porque en esa época la televisión todavía no se farandulizaba. No era común que una modelo saliera en una portada. El negocio de los diarios era otro y las noticias de primera plana no eran las personas, sino noticias más trascendentes, como accidentes, robos o violaciones. Después, la gente que trabajaba en la televisión comenzó a aparecer y ahí se dieron cuenta que sí se vendían diarios con nosotros.
- ¿Te ayudó en tu carrera aparecer en La Cuarta?
- Obviamente que sí. El producto se valorizó. Para mí fue muy importante al momento de negociar con los canales. Como que te sumaba puntos. De todas maneras me ayudó.
- ¿Algún titular que recuerdes?
- Uff, es que el lenguaje de ustedes es tan simpático que resulta difícil destacar uno. Recuerdo que cuando marcamos 50 puntos con Ernesto Belloni en Morandé, pusieron "Marlen es dinamita: Pulverizó el rating". Es chacotero, pero tiene un contenido.
- Términos que acuñamos como "Marlensurri" o el "Marlenazo", ¿te molestaron?
- El último fue tomado por otros medios y cuando a otra chica le pasa lo que a mí en Viña, se dice que se mandó un "Marlenazo". También le pusieron "El Peluche" a mi ex marido. Son apodos simpáticos y que no ofenden. Con el de la "Marlensurri" hasta el día de hoy estoy encantada.
Por Jaime Salas T.