Tras dejar a sus fanáticas con los chitecos abajos con su presentación en el Festival de Viña, Alejandro Sanz viró rapidito de la Quinta Vergara. El cantante español respondió sólo tres preguntas en la conferencia oficial y se echó al pollo al toque para evitar la mansaca de los medios.
Sin embargo, el petazeta no pudo evitar las cámaras sapiolas y, en medio del escándalo, se fue en la buena onda y bajó el vidrio de su bólido para conversar con los medios. "Es una forma de demostrar por donde se llega al escenario", reconoció al lente pop por su salida desde el medio del público antes de empezar su show.
Tras cartón, el chofer del cantante metió la pata y viró de la Quinta Vergara a todo chancho.
