El festival de música Glastonbury 2015 fue el escenario de uno de los grandes sacrilegios de la música: Kanye West cantando un éxito de la histórica banda Queen.
Así al menos lo creen millones de tuiteros en el mundo, quienes hicieron pebre la actuación del marido de Kim Kardashian en el carrete inglés, más aún cuando al rapero se le ocurrió cantar el clásico “Bohemian Rhapsody”, en la mima tierra que vio nacer al gran Freddy Mercury.
Con la personalidad que lo caracteriza, el morocho gritó a la audiencia que "están viendo a la más grande estrella de rock viviente sobre el planeta", frase que desató el malestar en redes sociales.