Para nadie es un misterio que Selena Gomez quiere dejar atrás esa imagen inocentona que proyectaba hace algunos años, cuando se ganaba los porotos como una tierna chica Disney. Ahora la cabra se pegó el estirón y saca suspiros como toda una mujer.
Por lo mismo, pocos se espantaron cuando vieron el último clip de la cantante gringa, titulado "Hands to Myself", donde se mandó una pelea cuerpo a cuerpo con el suertudo Christopher Mason, con quien en el video protagoniza una obsesiva historia de amor.
La historia de la canción, que forma parte de su reciente disco "Revival", se desarrolla en una lujosa mansión, donde los tortolitos desatan las pasiones y, obviamente, se dan algo más que unos simples consejos. ¡Qué rico!