En un concierto que se hizo en Yueséi, a Harry Styles, de los "One Direction", casi se le prende la cabeza producto de un impasse con uno de los shows pirotécnicos.
Se salvó porque su cumpa, Zayn Malik, cachó que iba paveando hacia el fuego y le pegó un tirón. Se le alcanzaron a chamuscar un par de pelos, por lo que terminó el show con una toalla en el mate.