Tal como nos tiene acostumbrados, Madonna se volvió a robar la película en la entrega de los Brit Awards. Sin embargo, esta vez no fue por lo cototo de su show o por alguna de sus locuras, sino por el feroz porrazo que vivió en pleno escenario y ante los ojitos del mundo.
La reina del pop, que clausuró la ceremonia, se fue de espalda al loro cuando se subía unas escaleras en medio de sus bailarines. Pero claro, como la cabra es de verdad, se levantó en 3, 2, 1 y continuó con su coreografía sin arrugarse.
"Estoy bien", dijo en Facebook, agradeciendo a los fans que se preocuparon por ella.