Con la garganta apretada quedaron los asistentes al velorio del actor Rubén Aguirre, el inolvidable “profesor Jirafales” cuando un Mariachi ingresó a la iglesia de Puerto Vallarta para rendir homenaje al maestro más querido de América Latina.
Los músicos improvisaron el tema clásico de la serie “El Chavo del 8” frente al ataúd de Aguirre, acto que desató emoción entre los familiares del actor, que perdió la vida a los 82 años.
Tras su muerte, Doña Florinda, Quico, La Chilindrina y el Señor Barriga se quedan hoy como los últimos habitantes de la ruinosa vecindad, esa fila de casas unidas por un patio que eran tan comunes en los siglos XIX y XX en la Ciudad de México.
Paulatinamente, el espacio recreado por Chespirito ha quedado vacío al paso de los años con la muerte de sus protagonistas, como Doña Clotilde, apodada "La bruja del 71", de Don Ramón, de Jaimito "el Cartero" y del propio Chavo del 8.