Por lo general, uno de los asesinos más grandes que hay en el mar son los tiburones, a los que siempre se los ha visto como los malos de la película, pero en este caso la cosa fue al contrario, pues mientras un par de amigos pescaban y payaseaban con un tiburón pequeño, un mero gigante se lo zampó de una sola bocanada, dejando al parcito tiritón.