Era lo más esperado una vez que se proclamó como la nueva reina del Festival, el mentado piscinazo de Sigrid Alegría, la actriz que se robó el corazón de la gran mayoría de la prensa que votó por ella para ser la sucesora de la ricura de Dominique Gallego como la belleza de Viña 2014.
Y no defraudó. Como lo había anticipado, con la corona en su testa, y un cuerpo deliciosamente pintado por el tatuador de los famosos, Marlon Parra, deleitó y deslumbró a los medios apostados este mediodía en la piscina del hotel O'Higgins.
Una finta para allá, otra para acá. Que me lanzo por aquí o me tiro por allá. Sonrisas nerviosas y un silencio propio del asombro de los ágiles de la prensa, fueron los que antecedieron al piscinazo que, claramente, ha marcado un antes y un después para las futuras candidatas a reinas del Festival. Una oda al arte visual, una verdadera sirena, Sigrid, la estrella que se robó los aplausos de un Festival que -ciertamente- hará historia.