Hace unas semanas Viviana Rodríguez hizo su aparición en la telecebolla “Sres. Papis”, donde se gana el aguinaldo como la mamurri de Simón Pesutic en el culebrón estrella de Mega.
La actriz, que aunque muchos se niegan a creerlo ya es una señora de las cuatro décadas, goza con este rol, pese a que en la vía pública la han detenido pa’ decirle que no es justo lo que hacen con ella.
“ ‘¡Pero cómo usted va a ser abuela, si se ve tan joven! El que hizo ese casting está loco, porque lo hizo mal’, me dijo el otro día un señor en la calle. Yo me maté de la risa nomás”, explica la guapa actriz de 43 primaveras, sobre la incredulidad de sus incondicionales.
Es que no es sencillo asumir cómo el tiempo avanza, pues en los 90, cuando TVN era amo y señor del rating en las telecebollas, Viviana era de las chiquillas ricardas de las producciones dramáticas, siempre metiendo en aprietos a los galanes de turno con varios personajes que se convirtieron en clásicos, aunque hay uno que sencillamente desplazó a sus otras caracterizaciones.
“Cuando que voy a regiones, siempre me dicen ‘matakuri’ (’ojos de gata’ en Rapa Nui), por el personaje de ‘Iorana’, parece que por allá fue el que más pegó, jajajá. A mí me gusta”, sonríe la lindura de los rulitos, quien cacha que siempre mató con esos ojazos.
- Después de tantos años trabajando en TVN, en esos elencos de ensueño, de seguro que cachaba a Simón Pesutic desde potrillo, acompañando al taita a grabar, ¿onofre?
- ¡Nooo, no lo conocía de antes! Lo conocí aquí en Mega y me parece un tremendo profesional, tiene el gen Pesutic.
- ¿Es complicado pasar de ser la jovencita de la película a convertirse en mamá de un pailón?
- Parece que es más difícil para la gente que para mí. Yo estoy encantada con este papel, pero las personas no se acostumbran a que una ya está grande.
- Es que esa es culpa suya, porque se mantiene igual de rica...
- Siento que encontré la fuente de la eterna juventud en el bikram yoga, donde me estoy ejercitando a 42 grados de temperatura. Ese es mi gran secreto para mantenerme así como me ven.
- ¿Es más entrete hacer culebrones ahora, en la época de las redes sociales, donde incluso puede recibir piropos y halagos al instante?
- Encuentro lindo lo de las redes sociales, pero yo no las uso. El otro día un amigo me decía que no iba a hacerse nunca más un nuevo perfil en Facebook, y yo sigo sin saber qué es el Facebook, jajajá.
- ¿Y por qué tan alejada de la tecnología?
- Ah, es que yo sigo teniendo fe en el hombre y me gustan las relaciones humanas. Me sigo quedando con la impresión de lo que la gente me dice en la calle sobre mi trabajo, no hay nada más romántico que eso.