El Conde Vrolok poco a poco está empezando a tener sed de sangre. En el capítulo de anoche de la telepomada nocturna de TVN, el discípulo de don Sata se fue en la volá y todo porque le nombraron al Pulento.
El draculín se choreó tanto cuando su peón le dijo "que Dios se lo pague", en agradecimiento por haberse rajado con el doble de dinero por una pega, que no dudó en fileteárselo.
Vrolok lo agarró del cogote y al toque lo hizo perder el conocimiento. Para culminar con su sangrienta venganza a su trabajador, lo amarró a un árbol y le dejó el cuerpo a la ricarda y california draculina Úrsula para que se diera un festín de miedo.
La chiquilla se fue directo a la vena y le chantó los colmillos en el cogote al infortunado peón que sólo alcanzó a dar un grito antes de morir desangrado. Úrsula, quedó pochita de tanta sangre que se mandó al pecho.
Vrolok por su litro, enterró el cuerpo del muertito y le exigió a su discípula que muriera pollo y no le contara a nadie que con el compadre hacen gorgoritos de glóbulos rojos. En todo caso, el curita Faustino Rengifo cachó el anillo con un motivo diabólico de Vrolok y ya lo puso contra la pared para que contara la pulenta.
Carlos Zúñiga V.