El "Gorrión de Conchalí", como en los viejos tiempos, logró cautivar a la masa. El popular artista fue el número fuerte en la jornada inaugural de El Patagual.
Una de las presentaciones que se aguardaba con mayor expectación en la noche inaugural del Festival del Huaso de Olmué, era la de Zalo Reyes. Es que este artista es querido por el pueblo y sus canciones que a más de uno han dejado con "una lágrima en la garganta".
Pasadita la medianoche, el "Gorrión de Conchalí" apareció emocionado en el escenario de El Patagual, y si bien ya no es el joven muchacho que alguna vez se paró con gran éxito en el Festival de Viña, igual el público que repletó el recinto al aire libre le demostró su cariño.
Los años han pasado, la salud de Zalo Reyes ya no es la misma. Debido a su diabetes le amputaron los dedos de su pie y un accidente facial le dejó chueca la boca por un buen tiempo, pero el artista sigue estando en el corazón del pueblo y eso quedó claro la noche del viernes. Apenas apareció en escena, fue aplaudido por la gallada. Como sólo él sabe hacerlo, desarrolló un repertorio lleno de éxitos. Temas como "Mi prisionera" y "Miéntele", dejaron a la barra terrible de enamorada para rematar con "María Teresa y Danilo" y el clásico "Con una lágrima en la garganta", tema que fue coreado por todo el recinto.
ESTATUILLA
"En este último tiempo he tenido muy mala suerte, me amputaron un pie, se me enchuecó la cara y me enchuecaron la casa, pero aquí estoy cantando por ustedes", dijo, emocionado hasta las lágrimas, el artista, que al final de su espectáculo recibió la estatuilla "Bicentenario". Y de paso, una ovación de pie de todos los presentes en El Patagual.
Por Alberto Brieba L.