"A esta hora se improvisa": mucha historia y poca adrenalina

Destacable resulta el trabajo audiovisual de "A esta hora se improvisa", de Canal 13. El programa político se lanzó a las aguas de la competencia con una propuesta innovadora que vale la pena resaltar.

Desde el punto de vista del contenido, Nicolás Vergara demuestra que tiene cancha y conocimiento. Es el anfitrión

perfecto para un panel que no pretende grandes cuñas ni afanes grandilocuentes. Su meta es el análisis riguroso, pero sin pasión ni sangre.

Mientras fluyen las ideas, el trabajo de cámara enfatiza en primeros planos, desenfoques y una escenografía sobriamente colorida. Imborrables de la memoria son los primeros planos de la empresaria Claudia Bobadilla (edición del lunes 24).

Si bien hay diversas líneas de pensamiento e idelogía, en la práctica escasamente los panelistas traspasan las barreras de lo "políticamente correcto". Se echa de menos un Daniel Matamala, por ejemplo, incisivo y rebelde a la hora de cuestionar.

Tal como se sabe, "A esta hora se improvisa" salió de pantalla abruptamente el año 1973 tras el Golpe de Estado. Conducido por Jaime Celedón era –y es- un espacio pionero en el género. Es por ese guiño al pasado que la primera edición del fue al aire en blanco y negro. El "detalle" otorgó una atmósfera vintage que fue ampliamente comentada en Redes Sociales.

En un año marcado políticamente por el plebiscito de octubre próximo, resulta destacable la apuesta de Canal 13.

Enmarcacada en la contingencia y sin posturas dogmáticas, "A esta hora se improvisa" es un producto del Departamento de Prensa de Canal 13 que busca el análisis lejos de la competencia por el rating.

En un país que parece estar más polarizado que nunca, con una carrera presidencial en ciernes, el estelar del canal de Luksic representa una alternativa al abanico de programas de debate de la TV abierta. Y mientras se encienda más la caldera política, la atención estará aún más puesta cada lunes después de Teletrece.