Actor de Perdona Nuestros Pecados sorprende con novedoso negocio

Pesas, televisores, radios y muebles de época son algunas de las cosas que el actor Marco Rodríguez tiene en su café-boutique.

Cuando termina su turno en Villa Ruiseñor, Vilches, el ayudante del comisario Pereira (Cristian Carvajal), se quita el uniforme, entrega su placa y retoma su vida como Marco Rodríguez, un actor, comediante y administrador de un local de Providencia.

"Amplitud Modulada" es el nombre del café-boutique que por estos días le quita el sueño a Rodríguez, quien busca la comodidad de sus clientes en un espacio que les permite volver al pasado.

"Esta tienda fue un proyecto de mi esposa, pero que se ha visto pausado por distintas situaciones", aseguró el actor, recordando un asalto que los dejó con varios millones de pérdida.

"En un principio era una tienda exclusiva de ropa. Al tiempo después de que entraron a robar, en donde se llevaron todo, nos cambiamos de local, y aquí surgió la idea de ofrecer un poco de comida al que pasaba a comprar", relató Marco.

Y así la idea de vender alguna merienda fue tomando forma y cada vez se fueron sumando más opciones al menú, hasta convertirse en un café con una enorme variedad de productos como empanadas, tartaletas, donnuts, chocolates, café, jugo, bebidas y una variedad de golosinas que tientan a más de un cliente.

"Como el objetivo de la decoración es recordar los viejos tiempos, planeo traer productos para vender a granel, tal como era antes, como con dulces, arroz, legumbre y quizás algún día ver si se puede volver al aceite a granel", aseguró el actor.

Con respecto al vestuario que tiene "Amplitud Modulada", Rodríguez es enfático al señalar que son diseños exclusivos. "Trabajamos con diseñadores que nos guían en algunos modelos para después mandarlos a hacer. Es todo exportado, buscamos cosas que sean novedosas, para la gente que quiera vestirse distinto y con un estampado tipo sublimación", comentó.

Lado B

Pese al éxito que está teniendo este café-boutique, el actor asegura que su papel de "Vilches" en "Perdona nuestros pecados" ha significado risas y malos ratos en su negocio.

"Por lo general, los que vienen a comprar me quedan mirando harto rato y cuchichean hasta que antes de irse me piden una foto, es divertido porque nunca sabes con qué saldrán, pero hubo un tiempo en que 'Vilches' estuvo como de malo y eso fue complicado, porque la gente venía a insultarme y yo tenía que explicarles que era el personaje, pero fueron momentos bien divertidos y raros", confesó el actor.

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