Según contó Mauricio, la carrera de su retoño empezó cuando logró que hiciera un casting en TVN, el cual sorteó con éxito.
Hace unos días, Mauricio Pesutic recordó en el Buenas noches a todos (TVN) cómo fue la entrada de su hijo Simón al mundo de las teleseries, cuando era tan solo un adolescente.
Según relató, ante la insistencia de su retoño, se contactó con María Eugenia “Quena” Rencoret, directora y productora de teleseries, que en ese tiempo estaba en TVN, para ver la opción de que su hijo se mostrara ante la cámara. “Yo estaba muerto de susto”, recordó sobre el momento previo al casting.
Ahora, el intérprete de 29 años, y que actualmente es parte de La ley de Baltazar (Mega), se remontó aquellos días y se desmarcó del papel que ha jugado su papá a lo largo de su carrera.
“Fui a un casting cuando estaba en el colegio, quedé, empecé a hacer una teleserie, la terminé”, relató al Podcast Chileactores. “Después hice otro casting para otra teleserie y ahí me fui quedando”, tras El laberinto de Alicia y Pobre rico (TVN).
“Con mi papá hablamos del medio, las cosas que se hacen, pero nada de los personajes en particular, tanto los míos como los de él”, aseguró, marcando una distancia laboral. De hecho, remarcó, “dije una vez en una entrevista que mi papá es mi papá, no mi coach”, y aclaró que tampoco “nunca lo fue”.
El presente
“Además, es súper poco pedagogo, lo que no es ni bueno ni malo”, reveló quien también ha sido parte de los melodramas Mamá mechona (Canal 13), Papá a la deriva, Señores papis, Juegos de poder (Mega), entre otros. “A veces eso se confunde, puedo hablar muy bien castellano, pero no necesariamente lo enseño bien”, reflexionó. “Pasa en todo orden de cosas”.
Por lo tanto, insistió, “siempre mantuvo distancia”. Lo que se mantendría hasta el presente, porque hasta “hoy enfrento todo desde la intuición, leyendo la historia, lo que a mí me parece, hacia dónde va”, declaró. “Mi papá nunca fue una guía en ese sentido”.
“Mi papá sigue siendo mi papá siempre, desde el mismo lugar si es que eventualmente hubiera estudiado arquitectura o ingeniería”, remató. “Siempre mantuvo una distancia genuina con respecto a mi trabajo”.
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