Un cantante fuera de serie. Seis décadas sobre el escenario hablan por sí solas. Y claro está, es de esos artistas capaces de erizar la piel de generaciones en torno a la elegancia, sutileza y teatralidad asociadas a un estilo que lo hace una piedra angular de la música popular española. Emocionalidad desplegada bajo la complicidad de una impecable sonoridad, impulsada bajo los arreglos de la Orquesta Filarmónica de Chile, capaz de rejuvenecer la magia fusionada a un legado único e irrepetible.
La estremecedora obertura con Promesas, sería el preludio de una noche inolvidable. Ahí donde temas como Digan lo que digan, Yo sigo siendo aquél o La quiero a morir, marcarían la tónica de lo que hasta el momento se alza como el mejor número de Viña del Mar 2019.