El actor, conocido por darle vida al polémico Yerko Puchento, retorna a las teleseries después de siete años. Con un look y lenguaje popular, integra el principal triángulo amoroso de "La reina de Franklin", vespertina que Canal 13 graba en el conocido barrio capitalino.
La semana pasada Daniel Alcaíno tuvo una mala y una buena. Se hizo público que Canal 13 fue demando por Sebastián Dávalos, hijo de la ex presidenta Michelle Bachelet, a causa de las rutinas de su personaje Yerko Puchento en "Vértigo", exigiendo una indemnización de $3.360 millones. Sobre la acción judicial, Daniel la hizo corta: "No me interesa. Es un tema de Canal 13. No quiero hablar de esto. Gracias".
Paralelo a la polémica, grabó el primer spot de "La reina de Franklin", teleserie del mismo canal que marca su regreso como actor al formato, tras siete años.
Su vuelta será a la línea protagónica, a lo galán guachaca y como integrante del triángulo amoroso central de la comedia, con la que la estación busca dar nuevamente la pelea en las vespertinas.
A él le tocó ser Arturo Marabolí, un locatario del barrio Franklin que representa todo lo tradicional y chileno. En su local se sirve comida típica y la cueca suena sin parar, como si todos los meses del año fueran septiembre. Tiene un hijo, Lalo (Nicolás Poblete), que heredó la misma pasión por lo chileno que él.
Su interés amoroso es Yolanda (Javiera Contador), la aguerrida mujer que defenderá con todo el tradicional barrio amenazado por la ambiciosa Julia (Claudia Di Girolamo), quien también es madre de Franklin (Francisco Pérez Bannen), el primer amor de la "Yoli".
El hombre detrás de Yerko habla de su participación con entusiasmo. "Estoy feliz de estar en este elenco, porque siempre trabajo muy solo, la última teleserie que hice fue 'Peleles' (2011) y tengo muy bonitos recuerdos de trabajar con todos los colegas, armamos un grupo maravilloso. Con Pancho (Francisco Pérez Bannen) todavía no he tenido la oportunidad de trabajar en teleseries… Pero estoy contento, con mucha esperanza, con mucha fe, porque es una historia muy buena, muy sólida, con una ambientación que está arraigada por años acá en Santiago, que es el barrio Franklin".
Y entrega más detalles. "Mi personaje lleva un apellido cuequero, de los que la llevan. Mi hijo es el Lalo (Nicolás Poblete), y en mi local se va a tocar cueca, música chilena, y también se va a comer comida chilena, la entraña, la guatita, la molleja, todo lo que conlleva las menudencias".
Harto anillo
Para dar vida a este emprendedor, llevará un look bien llamativo y ha hecho una investigación personal sobre el conocido sector capitalino. "Mi forma de vestir es bastante popular. Con anillos de oro grandes, con ropa siguiendo ese estilo. He leído el libro de Simón Soto, que habla del barrio Franklin, para conocer las tradiciones, también nos ha tocado darnos unas vueltas por los locales, para ver cómo atienden a la gente, esas cosas que uno hace para los personajes, para hacerlos más queribles, más cotidianos".
El lenguaje también es tema en esta interpretación, ya que Marabolí "tiene muchos dichos chilenos, una forma de hablar que nos remonta a otra época. Eso, se va a ver mucho en la teleserie. También tiene mucha cueca, el Nico está en un grupo que se llama los 'Car'e Cueca', por lo que siempre el local va a estar lleno de fiesta, como una fonda".
Su trabajo en la ficción, asume, lo tiene esperanzado y con ganas de llegar a la gente. "Los actores estamos en nuestra salsa, todos aportando de alguna manera en estos locales, la chispa, la picardía, lo chileno, el barrio, los matarifes, en fin, estoy muy contento".