A través de sus redes sociales, reflexionó sobre los resultados de las elecciones de este domingo.
Más allá de las reacciones de los distintos sectores políticos, algunos famosillos también alzaron la voz tras lo ocurrido con las elecciones presidenciales de este domingo, que le dio el paso a segunda vuelta a José Antonio Kast y Gabriel Boric.
Uno de ellos fue Álvaro Ballero, quien reveló una particular situación que enfrentó en su hogar luego de que el candidato del Partido Republicano obtuviera la primera mayoría en las urnas.
"Mi hija de 11 años, Milla, estaba muy molesta porque no entendía cómo alguien que no apoya la educación gratuita de calidad y las personas LGTB+ ganó las votaciones… Y nosotros casi no hablamos de política en casa", escribió el ganador de "Protagonistas de la Fama" en sus historias de Instagram.
Además, agregó que sus "hij@s entienden la inequidad pero no en su esencia, eso lo harán de grandes, pero claro que entienden que a los papás les cuesta pagar el colegio, y no encuentran justo que existan niños que se priven de una buena educación por no haber nacido en una familia dinerada. Y no, eso no es política, es empatía".
Sin embargo, Ballero fue más allá y profundizó en su punto. "En casa siempre hemos conversado que hay familias conformadas por dos mamás o dos papás, nunca ha sido tema. Por lo mismo, no entiende que se discrimine a los gays o por cualquier condición distinta a un ser humano. Así es mi Milla, una niña inteligente conectada y que empatiza, pero no es 'adoctrinamiento'. Es solo una niña bacán que es consciente del mundo donde vive. Hasta vegana quiere ser porque no le gusta el maltrato animal. Ama reciclar. Es un ser superior", complementó.
Tras cartón, el actual ejecutivo de Canal 13 se defendió de las críticas que recibió por sus comentarios.
"Siento detallarlo, pero me cuestionaron mi publicación casi como si estaba adoctrinando a mi hija de 11 año. Yo a su edad quería ser presidente, por ende ese liderazgo y análisis crítico quizá es genético, pero yo era bien facho. Mi Milla es como yo, pero con empatía. A mí la empatía me llegó, pero como a los 35… más vale tarde que nunca. Aún me cuesta, y mucho, ponerme en los zapatos del otro. Lo bueno es que estas nuevas generaciones lo hacen por default", remató.