Los amigotes de "Pacto de sangre" se salvarían de la cárcel en la vida real

Averiguamos cuál sería la condena que arriesgarían los protagonistas. "El grupo le teme más a perder su estatus que a la cárcel", reflexionó Pablo Macaya sobre la probable condena.

Alto impacto entre sus seguidores y comentarios en redes sociales ha generado "Pacto de Sangre", la nocturna del 13 centrada en la muerte de la joven Daniela (Antonia Bosman) tras una fiesta protagonizada por Raimundo (Pablo Cerda), Benjamín (Álvaro Espinoza), Marcos (Néstor Cantillana) y Gabriel (Pablo Macaya).

La decisión de ocultar el crimen accidental es el hilo conductor de una historia que en la ficción gana público y aceptación de la crítica, sin embargo llevar el caso a la realidad, tendría una salida menos dramática.

"Considerando las condiciones iniciales del hecho, lo que corresponde judicialmente es un cuasi delito de homicidio y su pena es de 61 días a tres años de cárcel", explica Jean Pierre Matus, abogado penalista, quien es certero en asegurar que los cuatro amigos "podrían salir caminando de los tribunales".

- ¿Así de fácil?

Si hubiesen confesado el delito y teniendo conducta irreprochable, podrían ir por una salida alternativa.

Pese a esa posibilidad, revisando otros ingredientes que dramatizan la historia del 13, hay algunas diferencias en cada uno de los involucrados.

"Acá hay dos autores, que son los que lanzan a la chica a la piscina (Marcos y Raimundo), mientras que los otros dos son testigos (Benjamín y Gabriel), sin embargo el doctor tiene una responsabilidad mayor, pues por su profesión actúa como garante", detalla Francisca Jiménez, licenciada de Derecho y quien también desestima la importancia de temas como la edad de Daniela o lo que hicieron con su cuerpo.

"La relación sexual de esta chica de 17 años con uno de los protagonistas en este cuasi delito de homicidio es un hecho irrelevante. Por ley, ella ya puede dar consentimiento, más allá de la condena social, mientras que la decisión de esconder y cortar el cuerpo es obstrucción a la justicia y no está por sobre el delito inicial. Una vez muerta, este no es más que un objeto y deja de ser un sujeto de derecho", concluye Jiménez.

Lo social pesa

El cuarteto de protagonistas tiene en Gabriel Opazo (Pablo Macaya) al primero que deslizó la opción de confesar el delito y al ser contactado por La Cuarta, el actor hace su reflexión del trasfondo de la decisión que toma el grupo.

"Me contaron de la figura legal tras la muerte de Daniela y claro, ellos por ello y su lugar en la sociedad podrían haber salido sin mayores penas, pero hay un contexto social que es el que los aterra. El grupo le teme más a perder su estatus que a la cárcel", afirma Macaya.

¿Y qué pasaría con Trini, la nueva involucrada?

Pese a no ser partícipe del hecho inicial, Trinidad Errázuriz (Antonia Baeza) se transforma en otra de las que se involucra con el caso al decidir ayudar a su marido a esconder los hechos.

"La figura para ella es de encubridora y obstrucción a la justicia, sin embargo la pena es menor aún que para los autores. Podría también apelar a una pena sustitutiva que no la lleve a la cárcel", coincidieron los abogados.

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