Antes de convertirse en la Bruja del 71, Angelines Fernández tuvo una interesante vida de mucho sacrificio y valentia.
La gran mayoría de los latinos conocen a Angelines Fernández como la Bruja del 71 de El Chavo del 8, sin embargo, la actriz fue mucho más que eso. En su vida fue guerrillera, exiliada política, estrella del cine mexicano y comediante de televisión.
La actriz nació en España, donde vivió feliz junto a su familia, hasta que en 1936, Francisco Franco llegó al poder. Con sólo 15 años decidió unirse a las guerrillas antifascistas y anarcosindicalistas, fuerzas opositoras al régimen franquista, donde se mantuvo por 10 años, hasta que fue descubierta por militares.
Por temor, decidió huir de España a México. “Al trabajar en las guerrillas de España, mi mamá fue catalogada como antifranquista, entonces ella necesitaba salir de su país natal, considerando que su vida era difícil”, contó en una antigua entrevista Paloma Fernández, hija de Angelines.
Llego a México en 1947, pero nunca fue refugiada. Por un tiempo también vivió en La Habana mientras se reglamentaban sus papeles, pero pronto volvió al país azteca, donde sus primeros años no fueron nada de fáciles.
A pesar de buscar, no lograba encontrar trabajo. Fue Ángel Garasa, un actor español -uno de los que más películas filmó con Cantinflas-, quien decidió ayudarla y le dio trabajo como actriz radiofónica de una importante emisora del país azteca.
Su salto a la época dorada del cine
Pasaron varios años antes de conseguir un pequeño rol secundario en la película Maternidad Imposible, de 1955. Gracias a la cinta, la actriz fue vista por otros directores, quienes quedaron fascinados con su belleza y talento.
Poco a poco se fue haciendo de un nombre en la época dorada del cine mexicano, compartiendo escenas con grandes estrellas como Pedro Infante y Mario Moreno, Cantinflas.
Fue en la película El Profe, de Cantinflas, donde conoció al hombre que la acompañaría por el resto de sus días, Ramón Valdés. Ambos entablaron una amistad profunda y se ayudaron mutuamente.
Valdés, que en esa época era uno de los grandes comediantes del cine de su país, recomendó a Angelines a diferentes directores para que participara en diversos proyectos. Todo cambió cuando a él le llegó una oferta de Roberto Gómez Bolaños para un nuevo programa de humor., El chavo del ocho. Cuando fue elegido para el papel de Don Ramón, Valdés comenzó a hablarle de Angelines a Roberto.
“Recuerdo que en una ocasión, mi madre se encontró a Ramón Valdés. Ella le dijo que le preguntara a Chespirito si no tenía algo para ella, y Ramón le empezó a hablar muy bien de ella. Luego se crearon los personajes de la vecindad y Chespirito le fue dando forma a ‘La Bruja del 71′, ya que al personaje de don Ramón le faltaba la contraparte; pues doña Florinda se lo cacheteaba, y le caía mal. Pero doña Cleotilde lo amaba y le hacía sus pasteles”, agregó la hija de Fernández.
Una bruja adorable
Así fue como nació Doña Cleotilde, una mujer de edad avanzada, que vivía sola y cuya vida era un misterio para la mayoría. Sólo se sabía una cosa de ella, que estaba profundamente enamorada de Don Ramón.
Valdés y Angelines brillaron con sus personajes y junto con el elenco se alzaron como verdaderos ídolos para el público.
“Ella siempre le tuvo muchísimo respeto a don Roberto Gómez Bolaños, a quien nunca defraudó e incluso se ponía tensa para no quedarle mal a él. Y así era feliz. Al principio le costaba hacer reír a los demás, porque era actriz dramática, que nada tenía que ver con la comedia, pero lo superó”, recordó Paloma Fernández.
A pesar de los muchos años en los que interpretó a la Bruja del 71, como le decían en la serie, siempre respetó el personaje y jamás se cansó de él.
El Chavo del ocho terminó en 1980, tras lo cual la actriz se retiró de la televisión. Sin embargo, años después vivió uno de los mayores dolores de su vida.
Producto de un agresivo cáncer de estómago, en 1988, falleció su gran amigo Ramón Valdés. Fue tanta su pena, que en el velorio lloraba y le decía “¿Por qué me dejaste roro?”, tal como lo hacía en la serie.
Angelines, además, fue la única integrante del elenco en asistir al funeral del actor, así lo confirmó el propio nieto de Ramón Valdés.
En 1991 su salud decayó y fue diagnosticada con cáncer de pulmón. “Ella fumaba como chacuaco y sufría de hipertensión arterial. No se cuidaba y anteponía el trabajo a la salud”, recordó la única hija de la actriz.
Finalmente, el 25 de marzo de 1994, Angelines Fernández murió, víctima de la fatal enfermedad.
Según algunos medios, ella pidió ser sepultada en el mismo lugar que Ramón Valdés, voluntad que fue cumplida por su hija.