La actriz se refirió al amorío que tuvo en secreto con el exfutbolista, hasta que fueron víctimas de un delito.
Antonella Ríos se sinceró sobre su incipiente y fallida relación con Marcelo Barticciotto, la cual salió a la luz luego de que ambos fueran víctimas de una encerrona en Nuñoa a fines de noviembre.
Hace unos días, en el Que te lo digo (Zona Latina), la actriz había contado la razón de por qué había mantenido en secreto aquel romance: “Para que nadie opinara de nuestra relación, porque cuando uno dice estas cosas abre las puertas para que la gente opine”, dijo.
Ahora, en conversación para Nada que perder, la panelista de farándula habló tras se consultada por Roberto Cox: “Entonces, ¿se acabó todo con Marcelo (Barticciotto)?”, quien poco antes le lanzó con humor que “fuiste víctima de la inseguridad”.
“Sí, todísimo”, contestó ella, quien procedió a aclarar que terminaron sin rencores: “No es como que se acabó en términos de que no nos hablamos, igual (nos dijimos) ´feliz año nuevo´ y eso; pero no, ya no pasó nada”, detalló.
Las razones del alejamiento
Sobre las razones del alejamiento, “cuando salió lo del portonazo, empezaron a hablar en farándula que había una persona con la que él salía, y a mí me empezaron a decir que yo me había metido en una relación”, explicó. De hecho, según contó la ex-Brujas, mientras conversaban en el auto previo al delito, ellos llevaban unos tres meses saliendo y él “no quería que lo vieran conmigo”, relató.
Así, Antonella se dio cuenta de que “entonces había una niña x, extra, y yo; no voy a estar en un lugar donde soy plato de segunda mesa”, remarcó.
“Fue una relación muy de amigos, porque yo no te podría decir que estuve enamorada de él, para nada; pero sí me gustaba conversar con él, me daba ternura su manera de ser”, detalló, considerando que él “es muy plácido y buena gente”, describió.
“No es que yo quisiera que me reconociera, pero más bien creo que hubiese sido bastante correcto que él hubiese dicho: ´Sí, estábamos ahí, fue una mala decisión con Antonella, pero estábamos conversando y listo, nos equivocamos´; pero como que dejó la cosa rebotando”, planteó sobre lo que le no ocurrió y todo el eco mediático.
“Me molestó un poco que me dejara jugando sola”, admitió. “No lo juzgo, pero hubiese sentido que es correcto haber dicho “sí, pasó esto”; hubiese sido lindo”, ya que él finalmente decidió que “no voy a hablar nada”.
Sin embargo, “le tengo cariño, buena onda”, pero “estuvo bien el tiempo que lo conocí”, dejando entrever que no se quedó con las ganas de que el amorío hubiese durado más.