A la artista le dan duro en redes, como si se tratase de una "dama negra", que contamina todo lo que toca: la acusan de la muerte de su ex, igual como la apuntaron tras el atentado en un concierto suyo, en Manchester. ¿Ella? Desactivó comentarios en Instagram.
La vida de Ariana Grande se resume en 25 años de pura adrenalina e intensidad, un vaivén de emociones que ha ido ganando en acción estos últimos dos calendarios y no sólo por los logros que ha cosechado gracias a su música.
El atentado de Manchester (22 de mayo de 2017), en uno de sus recitales, y ahora el fallecimiento de su ex, el rapero Mac Miller, quien fue encontrado sin vida este viernes por una sobredosis, han llevado su nombre a las páginas de la crónica roja de los medios de todo el planeta.
Aunque en ambos acontecimientos no tiene participación directa, a los fanáticos y haters de las redes sociales eso poco les importa, ya que se ganó sendos ataques de ira, pues de un tiempo a esta parte se ha hecho dueña de una reputación virtual de "yeta", muy parecida a la que Ricardo Arjona se llevó de Chile, luego de tocar horas antes del 27/F.
Lejos de mantenerse al margen, la intérprete de "No Tears Left to Cry" sí ha sentido el golpe, y ha decidido reaccionar. Eso sí, de maneras muy diferentes frente a los dos casos.
En lo del Manchester Arena, por ejemplo, asumió los duros sucesos, que costaron la vida a 22 de sus fanáticos, y organizó un concierto a beneficio de las víctimas y los más de cien heridos, show en el que se congregaron grandes estrellas, como Katy Perry, Robbie Williams, Justin Bieber y Pharrell Williams.
Y ahora, después de que el portal TMZ revelara el fallecimiento de Miller, y ante tanta mala onda que le cayó por redes sociales, la mujer que está en el "top 10" de los artistas más reproducidos en Spotify (6°), cortó por lo que para ella es lo más sano: desactivó los comentarios en su cuenta de Instagram.
Aunque muchos creyeron que esa determinación sería el primer paso para expresar públicamente su sentir sobre la muerte del músico -con quien estuvo vinculada hasta mayo-, por ahora Ariana se ha mantenido hermética, mas no ajena, ya que no por nada sacó este "paraguas" para frenar la lluvia de odio.
¿Por qué la apuntan?
Como buena estrella juvenil que tuvo un paso famoso por la televisión (en el caso de Grande, en Nickelodeon), la transición de adolescente a mujer artista es muy traumática.
Pese a que "Ari" ha cultivado un perfil mucho menos controvertido que Demi Lovato o Miley Cyrus, por ejemplo, sí se ha visto en este complejo limbo, anotándose varias polémicas, aunque la mayoría a baja escala.
Y es que la norteamericana es de armas tomar, y así lo dejó claro cuando le puso punto final a su relación con el malogrado Mac Miller, con fuertes dichos que, según sus detractores, habrían influido en la decisión del rapero, quien jamás logró superarla, al punto de no borrar de su Instagram ninguna de las fotos de su relación.
"No soy ni una niñera ni la madre de nadie. Ninguna mujer debería sentir que necesita serlo. Me he preocupado por él y he tratado de apoyar su sobriedad. He rezado por su equilibrio durante años y lo seguiré haciendo, pero avergonzar y culpar a las mujeres por la incapa cidad de un hombre para controlarse, es un problema muy grave", expresó la cantante sobre cómo trató, en su momento, de sacar a su pareja de sus consumos, los que finalmente le costaron la vida.