Fabricio Vasconcelos es reconocido generalmente por su lado artístico, al ser integrante de la agrupación de axé, Porto Seguro, que a inicios de la década del 2000 saltó al estrellato con el extinto programa Mekano.

Sin embargo, el brasileño de 46 años también tiene una faceta de emprendedor que ha buscado explotar con gran esfuerzo durante los últimos años.

Todo partió cuando con una escuela de baile a la que bautizó Club Fama Chicureo. Como le fue bien, decidió convertirlo en un gimnasio y levantó otras 10 oficinas en el sector.

De manera más reciente, el bailarín carioca consiguió llevar a otro nivel sus negocios: construyó y lanzó su propio centro comercial en la Región Metropolitana.

Dónde se ubica y cuántos locales tiene el mall de Fabricio

Según detalló Fabricio a LUN, el “mini mall” que lanzó hace dos meses se denomina Centro Comercial Fama. Posee dos pisos, 1.500 metros cuadrados y en total tiene 18 locales comerciales.

Con respecto a su ubicación, está emplazado en la Carretera general San Martín, kilómetro 24 y medio, paradero 57, comuna de Colina.

“No hay un pedazo de esta obra que no haya pasado por mis manos. Los materiales los compré yo, cotizaba para conseguir los lugares más baratos y así ahorrar”, explicó el brasileño. Como le gusta dibujar, él hizo el diseño en una hoja y posteriormente se lo pasó a un arquitecto para que su sueño pudiera ser una realidad.

¿Y cómo nació esa idea de construir un pequeño mall? De acuerdo a Fabricio, fue porque sus clientes del gimnasio le consultaban si sabían de algún local en arriendo y él tenía que responderles que no. Luego de reflexionar un poco, se dio cuenta que esa necesidad podría convertirse en un nuevo proyecto.

En esta iniciativa, su esposa Mariela Román se ha convertido en una figura primordial. “Me dijo ¿y tú estás loco? ¿de dónde vamos a sacar la plata para construir? Y yo le decía, vamos de a poco, Dios proveerá, jajajá... ella siempre me apoya en todo”, dijo el integrante de Porto Seguro al citado medio.

La construcción comenzó a concretarse en el 2023 y tardó poco más de un año. Hoy, con su proyecto inmobiliario ya estrenado, Fabricio se siente satisfecho después todo el esfuerzo que realizó. “Si supieras el sacrificio económico y familiar que nos costó hacer todo… fue muy difícil, pero gracias a Dios que todo valió la pena”, asegura.