Así fue el accidente que cambió la vida de Gala Caldirola

La española tenía 19 años cuando un accidente cambió su vida y su rostro.

Gala Caldirola es una de las chicas reality más populares en Chile. Un cariño que se fue ganando poco a poco y que hoy la tienen como protagonista en Ganar o Perder.

Pero mucho antes de convertirse en figura de la televisión chilena, incluso mucho antes de venirse al país, la vida de Gala sufrió un golpe que le tomó muchos años recuperarse. Un accidente automovilístico la dejó desfigurada y debió someterse a muchas cirugías antes de poder recuperarse.

Corría el año 2012, Gala, de entonces de 19 años, era una de las participantes del programa de citas español Mujeres y hombres y viceversa. La joven disfrutaba del éxito del espacio y también del amor con su compañero Alberto Santana.

Un descuido que cambió todo

Una noche de agosto, ambos participaron en un evento en la provincia de Badajoz. Al terminar el show, como siempre, subieron al auto que los llevaría hasta su hotel. Sin embargo, jamás sospecharon que todo cambiaría.

Un ciervo se cruzó en medio de la carretera, chocaron contra él y el chofer perdió el control del vehículo, cayendo a un barranco. “Yo recuerdo todo. Recuerdo el reflejo de las luces del coche en los ojos del animal. Recuerdo todo”, contó en una entrevista en Más vale tarde.

Gala no llevaba el cinturón puesto y salió disparada por la ventana, mientras que Santana quedó atrapado en el automóvil. “Me encontraron como a los 40 minutos”, relató ella.

El chofer, en tanto, logró salir del vehículo y los rescató a ambos. “Recuerdo como si fuese un sueño, que alguien me colocaba en el suelo y colocaban al otro chico a mi lado y le decían: ‘cuídala, que ella no está bien’”, contó.

Mientras Santana presentó lesiones menores, Gala se llevó la peor parte. La joven se fracturó dos vértebras de la espalda, la zona del coxis y la parte derecha de la cara.

Me fracturé el arco cigomatico, el pómulo, el maxilar, tuve defecto de hueso, de hecho, no tenía el hueso, estaba completamente destrozado. Perdí la órbita del ojo derecho, que es lo que te sostiene el ojo”, relató en Podemos Hablar.

La recuperación fue larga y requirió múltiples cirugías, especialmente en su rostro. “Me tuvieron que hacer una reconstrucción maxilofacial. Aunque no se vea, llevo cuatro placas de titanio en el rostro, el ojo derecho me lo sujeta una red de titanio, llevo 12 tornillos”, contó.

Durante dos años, la vida de Gala se detuvo. Tuvo que aprender a caminar de nuevo y hasta su rostro cambió. “Al principio no me dejaban verme, pero yo dije, ‘me da igual cómo esté, quiero asumirme, asumir cuánto antes lo que tengo y cómo soy ahora’. Entonces mi madre me grabó”, confesó también.

“Yo cuando me vi, nunca pensé que mi cara volvería a estar así. Además, el cuerpo me rechazaba las placas. Tuve muchísimos problemas, el ojo no lo podía cerrar, no podía gesticular bien, no me cicatrizaban las heridas porque el cuerpo me rechazaba las placas. Yo pensé que mi cara iba a quedar mucho peor”, dijo,

De hecho, afirmó que “tenía muchos videos de eso, pero los eliminé porque quería despegarme de eso que pasó”.

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