Melanie Chisholm de las Spice Girls, ya está acá para su presentación de esta noche en la Blondie, pero el extravío de una de sus maletas complicó su arribo y la puso furia.
Fue una artista que hizo furor en los años noventa y su llegada a Chile fue como antaño. Anoche finalizó la espera para que los fans de las Spice Girls disfruten la presencia de una de sus integrantes en el país.
Luego de la alegría que significó el regreso del quinteto británico, con una mini gira por el Reino Unido, el anuncio de que una de ellas estaría pisando suelo nacional generó sensación.
Melanie Chisholm, más conocida como Mel C, inició su periplo por Latinoamérica, con un show en Sao Paulo el viernes pasado y su llegada a Chile tuvo todos los ingredientes de una rockstar. Finta a los fans saliendo por otro ingreso, gritos, corridas y empujones marcaron su llegada. Tres minutos de locura que terminaron con la artista de 45 años saliendo del Arturo Merino Benítez en una van rumbo al Crowne Plaza, sin embargo el caos recién comenzaba.
Y es que una vez que Chisholm llegó al hotel, se percató que en la accidentada salida del aeropuerto había extraviado una de sus maletas y el papel de inmigración que le entregó la PDI y que le será necesario cuando el viernes vuele a Estados Unidos. La situación descolocó a la "Spice deportista", quien molesta con su staff y con su novio - este habría sido el último en portar el equipaje-, subió a su habitación mientras su equipo intentaba saber el paradero de las cosas.
Fueron los mismos fans quienes se ofrecieron para retornar al aeropuerto y hacer las gestiones para recuperar lo extraviado, cosa que se logró en el transcurso de una noche que sacó de sus casillas a la artista. La "Chica pimienta" era aguardada por cerca de cincuenta fanáticos que esperan que la británica de vuelta la página y continúe con sus actividades pactadas para hoy, pues la agenda no dará respiro.
Un meet and greet con sus fans, y su presentación a las 21 horas en el evento que marca la celebración de los 26 años de la Blondie, marcan la jornada de la cantante que mezclará parte de su trabajo como solista con algunos éxitos en Spice Girls. Todo en el marco de las exigencias que realizó: ,tener un espacio habilitado para hacer yoga, cuarenta toallas blancas y una variedad de vinos locales.
Quizás el mejor remedio para olvidar el mal rato que pasó a su llegada.