El actor nacido en Chicago tuvo una una prolífica carrera en la actuación. Sin embargo, hubo un problema que comenzó a tener tras Titanic: solo le pedían ser el villano de las películas.
Si hablamos de películas que se deben ver al menos una vez en la vida, Titanic es una de ellas.
El icónico largometraje de James Cameron, que logró adjudicarse 11 premios Oscar tras su estreno, aborda la historia de amor de Jack Dawson (Leonardo DiCaprio) y Rose DeWitt (Kate Winslet) mientras iban a bordo del transatlántico RMS Titanic.
Esos actores continúan siendo recordados por sus roles protagónicos en la cinta, aunque más tarde tuvieron otras películas que los consolidaron como estrellas de Hollywood. Sin embargo, hay otro intérprete que también tuvo un papel muy crucial en la historia de Titanic: Billy Zane.
En lo concreto, el actor estadounidense tuvo la tarea de encarnar a Caledon “Cal” Hockley, quien es el adinerado novio de Rose y al mismo tiempo el villano de la película.
Así luce hoy Billy Zane
Zane inició su camino en la actuación a mediados de la década de 1980, por lo que cuando actuó en Titanic no era un novato en la industria cinematográfica.
Después del lanzamiento de la exitosa película de Cameron, el actor nacido en Chicago siguió participando de muchas otras cintas, aunque con roles menores. The Believer (2001), The Kiss (2003) y Sniper: Ultimate Kill (2017), son solo algunas de ellas.
Otra de las cintas por las que sería muy recordado fue Cleopatra (1999), en la que tuvo que interpretar a Marco Antonio. Por ese trabajo cinematográfico conoció a Leonor Varela, con quien tendría una relación amorosa que se extendió por un año.
No obstante, hubo un problema que persiguió a Zane por el resto de su trayectoria. Y es que, según contaría el mismo actor, tras aparecer en Titanic los directores comenzaron a pedirle que solo hiciera el papel villano.
“Fui sinónimo de personaje malo entre los directores de casting que vinieron después. Eso te fuerza a convertirte en alguien un poco más creativo, a abrazar tu independencia y a dirigir tus propias películas. A hacer tu propia vida”, explicó.
Hoy, a sus 58 años, Zane luce totalmente diferente a como se le conoció con Titanic. A eso se suma que también ha buscado hacer un camino en el arte con sus pinturas expresionistas, las que ha podido exponer en ciudades como Los Ángeles, Londres, Budapest y Milán, indica en su sitio web.