La periodista de 36 años parte de madrugada en 24 AM y luego se suma al Muy Buenos Días, donde se ha integrado con gracia y calidez.
Carla Zunino conoce perfectamente los pasillos y cada rincón de las instalaciones de TVN, el canal donde cumplió 14 años con una carrera que solo ha ido en ascenso.
Llegó a hacer la práctica y quedó como reportera para el noticiero central. Después fue "movilera" del informativo matinal y en 2009 comenzó a leer noticias en el canal 24 Horas, cuando este recién se inauguró, y en el que permanece como una de sus figuras.
Hoy, la periodista está convertida en uno de los rostros importantes de las mañanas de la señal pública, donde parte muy temprano con 24 AM y luego se luce como una panelista cercana, familiar y amena en el Muy Buenos Días a Todos.
Por las tardes tiene radio, y todo esto sin dejar de lado las labores de su hogar y como madre de Facu.
Aquí, la profesional comparte uno de sus extensos e intensos días:
Partida a full de Carla Zunino
"Mi día comienza a las 5. No alcanzo a tomar desayuno. Me ducho, me visto y parto rápidamente a TVN. Llego a las 5.50 a maquillaje y peluquería, y a las 6.30 salgo al aire en el noticiera 24 AM junto a Gonzalo Ramírez. Ahí me tomo un té.
"Salgo a las 8, que es como mi ventana, voy al baño, paso nuevamente por maquillaje y camino hasta el Muy Buenos Días. Me voy comiendo mi granola de la mañana.
"Me compré un pote especial donde llevo yogurt con frutos rojos y granola, o mix de cereales o frutos secos, que igual es bien calórico, pero es más sano que comerme la marraqueta con jamón y queso como lo hacía antes.
"Estoy abocada 100% al matinal, tratando de quedarme hasta lo más tarde posible. Muchas veces me tengo que ir antes, por algo de prensa o porque tengo alguna reunión o hacer algún trámite".
Feliz con el equipo
"Ya me sumé como parte del equipo del Muy Buenos Días, lo que me tiene muy contenta, porque es un muy buen grupo. Trato de involucrarme lo más que pueda con los temas y la pauta, y compartir esa dualidad, la prensa y el matinal, que permite mostrar distintas facetas. Es una lógica distinta y es súper cercano a la gente.
"Yo no tiendo a ser prejuiciosa o creer que vengo de un mundo supuestamente más serio, que es lo que muchos periodistas creen. Para mí es al revés, mientras más heterogéneo sea un panel, mientras más distintas sean las personas que tienes al lado, puede ser más interesante.
"Los conductores de noticias nos hemos humanizado. Antes era muy estricto esto de que todo te desperfilaba. Yo pienso que mientras menos empaquetado estás, la gente lo agradece. Hay temas que, desde la farándula, por ejemplo, te invitan a hablar de cosas cotidianas y terminas tocando temas que le pasan a la gente.
"A la Chiqui Aguayo no la conocía, solo me reía con ella en la tele, en los festivales. Pero ahora ha sido súper bueno. He tenido hallazgos de personas. Al Nacho (Gutiérrez) ahora, al conocerlo en profundidad, ha sido un regalo. Con Hugo Valencia, que hacemos cosas tan distintas, conversamos y nos reímos. Fue fácil meterme al engranaje y ellos han sido súper cálidos conmigo. Estoy muy agradecida por la oportunidad.
"Después del Muy Buenos Días, tipo 13.30, me voy volando para poder estar con mi hijo. Hay veces en que alcanzo a pasar a buscarlo al colegio y otras en que nos juntamos en la casa y almorzamos. Soy súper obsesiva con estar con Facu ojalá todos los días. Además, aprovecho de hacer cosas cotidianas, como ir al veterinario o llevar a mi hijo al doctor".
Tiempo sagrado
"Almuerzo en mi casa con la mano de mi nana, la Rosario, que siempre me está esperando con algo rico. Cosa que también agradezco, ella es fundamental en mi vida. Es la que prepara a mi hijo para que lo pase a buscar el furgón y se vaya al colegio. Tener esa mano derecha es muy importante.
"Almuerzo y después Facu me hace jugar a lo que él quiera. Tiene un arco y jugamos, o paletas, o ping pong. Afortunadamente, tengo facilidad para los deportes, porque fui siempre deportista cuando chica y puedo llevarle el ritmo. O algún juego de mesa. También jugamos con la Rita, mi perrita.
"Cuando estaba en el colegio y en la universidad corría y hacía desde atletismo y mucho vóleibol. Con la vida laboral empecé a reemplazar eso con algo de gimnasia, pero a mí los gimnasios no me gustan. No hay caso. Pago el año completo, después pierdo toda la plata. Un desastre.
"No me gusta el sufrimiento en el deporte. Me subo a la elíptica y a los tres minutos me quiero bajar porque ya estoy ahogada. Necesito actividades que me hagan sentir que estoy jugando más que haciendo un esfuerzo. Y como empecé en la radio ADN con el programa La Prueba, de lunes a viernes, de 18 a 20, no me da".
Dieta y estilo
"Jamás me he cuidado con las comidas. Lo de la granola es un gran esfuerzo. No soy muy capaz de hacer dietas. Gracias a Dios, no sé si es por memoria del cuerpo porque hice mucho deporte, o es una ventaja genética, yo no varío mucho de peso coma lo que coma. Nunca me he tenido que cuidar. Pero estoy consciente que soy menos joven, por decirlo de manera amable, y que el cuerpo te comienza a cambiar. Hay que empezar a preocuparse un poco, y ahí estoy.
"Duermo menos de lo que debería dormir, mi promedio son cinco horas, cinco y media. Hay días donde me tengo que juntar con alguien o tengo algún evento. Ahí, como la Cenicienta, pongo hora de tope. Si salgo en la semana, no es más allá de las 23. Lo más habitual es que llegue y me duerma tipo 23. Estoy con un déficit de sueño crónico hace varios años, pero todavía me da.
"En mi estilo me está apoyando la Sofía Amunátegui. El canal conversó con ella para que me apoye en términos de imagen. Y ha sido bastante bueno, porque me ahorra harto en estar pensando todos los días qué ponerme.
"Ahora, soy bien quisquillosa. No soy camaleónica en términos de moda, y nunca ha sido un gran tema para mí. He tenido que ir aprendiendo. He sido bien práctica. Un vestido y ya. Pero con la Sofía he aprendido a combinar".