“La gente echa de menos”, reveló el actor a La Cuarta sobre una reiterada petición que recibe en las redes sociales.
Durante la noche de este lunes, REC-TV reestreno Te conté, una teleserie icónica de Canal 13 que se emitió en 1990 y que tenía entre sus protagonistas principales a Bastián Bodenhöfer, Carolina Arregui y Claudia Di Girolamo.
Por lo mismo, el reconocido actor nacional estuvo presente en un evento por los 10 años de vida de la señal del recuerdo de la ex estación del “angelito”.
Y en ese contexto, se dio un minuto para hablar con La Cuarta sobre lo humano y lo divino. Por ejemplo, contó cómo fue participar de la mencionada producción dramática.
“Miles de recuerdos hermosos. Se grabó en un estudio que ya no existe. Era el famoso estudio C, que estaba en el centro de la casa central de la Universidad Católica, ahí en la Alameda. Era como un mundo aparte. Era un estudio muy grande, yo creo que el tamaño de este patio (de Canal 13). Y el set principal, que era la pensión, ya estaba construida entera. Entera, tanto el comedor como las cocinas, la escalera, los dormitorios arriba, entonces uno podía pasar de un dormitorio a otro, bajar por la escalera. Eran otros tiempos en donde, claro, había más presupuesto para las teleseries, elencos grandes, 30, 40 actores, y sobre todo un guión potente, con contenido”, dijo de entrada al diario pop.
“Yo creo que eso es lo que a la gente le engancha hoy en día. Ver teleseries en donde los personajes hablan, opinan acerca de la vida, reflexionan, discuten”, complementó.
Además, sostuvo que le parece excelente que se emitan nuevamente estas novelas por un particular motivo. “Para que vean que muchas de las cosas buenas que hacíamos, que echen de menos, que vuelvan a resurgir las áreas dramáticas en los canales”, pidió.
- ¿Cómo te preparaste para encarnar a Leo, que en la historia era no vidente?
- Fue es un personaje muy difícil de interpretar. Y me preparé durante dos meses yendo a observar a una escuela de ciegos, compartir con los no videntes, conversar con ellos, observarlos, su genética, su manera de hacer, de hablar. Estuve en fiestas con ellos, bailé con ellos, fui a partidos de fútbol de ciegos. Y, claro, gracias a esa experiencia pude construir un personaje que fuera de verdad.
- Bien estudiado todo…
- Y trabajamos con Oscar Rodríguez, el director. Antes de empezar, ya después de haber ido a observar, tuvimos varias sesiones de pruebas. ¿Qué pasa con los ojos? ¿Cuál iba a ser la expresión facial y la vista? Hicimos pruebas de cámaras, hasta llegar a la clásica mirada de Leo, que recibí un comentario en Instagram el otro día. Decía: ‘pero te ves como volado’. Porque efectivamente es como una mirada que no va a ninguna parte, que está ahí. Pero el personaje no lo hice volado en ningún momento. Pareciera, pero no.
- El personaje se iba a curar de su problema de la vista pero tú pediste que no fuera así… ¿Por qué?
- Tuve mucho feedback. Porque grabábamos y se daba al aire al mismo tiempo. Con poco tiempo de diferencia. Y había mucho feedback. Mucha gente me escribía cartas, o me llamaba por teléfono, o cuando iba a la radio, en la entrevista la gente llamaba a la radio, conversé con mucha gente. Y había muchas familias, y sobre todo familias humildes, cuyo núcleo familiar habían no vidente, y que les empezaron a pasar cosas. Les hacía bien el personaje. Entonces yo dije, no, ¿cómo? O sea, que el tipo se paga una operación para recuperar la vista, o sea, aquí en este país nadie puede pagarse una operación así para recuperar la vista. Y sería como un golpe duro para los no videntes que lograron aprender algo con el personaje. A ser independiente, autónomo, a empezar a gozar de la vida. Y ese es el mensaje de la teleserie. O sea, sigo ciego, ¿y qué? Igual soy un ser humano, me relaciono con otro ser humano, puedo ser feliz, trabajar, enamorarme y gozar de la vida.
- ¿Crees que eso ayudó a las personas no videntes a desenvolverse de manera más natural?
- Fue una de las primeras expresiones de inclusión.
- ¿Piensas que hace falta que regresen las áreas dramáticas de los canales?
- A mí me encantaría, pero a nivel así como profesional y a nivel de contenido. O sea, en ese sentido. En algún momento se empezaron a hacer series, ya con una cinematografía como más artística, pero no es mucho lo que se hace. Y no solo los actores o las personas, el gran grupo humano que están detrás de las cámaras, echamos de menos como fuente de trabajo. La gente, el público, echa de menos. Y me lo hacen ver a través de todos los mensajes, las cartas o los comentarios que me escriben.
- ¿Que hace falta para dar ese paso?
- No sé qué momento los canales empezaron… O sea, puede que (por un tema de lucas). Hoy en día el público tiene más alternativa para ver cosas con la televisión por cable, qué sé yo. Pero el producto chileno, con temas nuestros y con los actores nacionales, es poco. Y claro, Mega tiene el monopolio y yo creo que hace falta volver a revivir las áreas dramáticas de los otros canales.
- ¿En qué estás hoy en día?
- Estoy trabajando en teatro, en una obra que nos está yendo súper bien, muy entretenida, que se llama ¿Por qué no se van? en el Teatro San Ginés. Estamos los viernes y sábados y es una obra donde nos reencontramos con la Ximena Rivas, que no trabajábamos juntos desde que hicimos Tic Tac. Y de hecho hay un par de guiños que le hacemos al Tic Tac. Es una obra bien bonita, fíjate, y que toca a todo el mundo, porque tiene que ver con una pareja. Hacemos una pareja que tiene más de 60 años y que se dan cuenta que han dedicado toda su vida a la crianza de los hijos. ¿Y ellos? ¿En qué están ellos? ¿Qué pasa con su sexualidad? ¿Qué pasa con sus propios sueños? Y tratan de llevarlos a cabo, pero los conflictos empiezan a aparecer a través de los hijos, que no se quieren ir de la casa.
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