El italiano sorprendió con una exótica experiencia de su juventud.
En un nuevo capítulo de Podemos Hablar, Julián Elfenbein recibió grandes invitados del mundo del humor. En el estelar de CHV, el animador conversó con Álvaro Salas, Chiqui Aguayo, Patricio Mejías, Mauricio Flores y Gabrielle Benni.
Este último, contó una hilarante historia en medio del desierto del Sahara. En su estilo, el italiano se robó todas las risas.
"Yo estaba trabajando, cuando tenía 24 años, en el desierto del Sahara, cuando nadie quería para allá porque había un calor impresionante. Yo dije 'chucha, estoy sin ni un peso, tengo que ir y ganar plata como sea'", recordó.
Luego, contó que "el problema es que era un país musulmán donde no había dónde enchufar. No se podía porque la ley no te permite tener una polola ni nada (...) era un desastre, no se podía hacer nada sexual".
"Un día llegué a una ciudad donde había una fiesta, donde habían dos millones de hueo... presentes y vendían muchas hue...", rememoró.
Fue en este lugar donde realizó una impulsiva y exótica compra. "Yo pasé y vi un camello más lindo, que medía más de cinco metros de alto, con una joroba, tenía una manta, una hue... a toda raja. Yo pregunté 'cuánto vale esta hu...'. 'Mil dólares', me respondieron. 'Pásame la hue...', y me pasaron el camello", contó.
"Me subí y tenía una pinta impresionante. Y justo había una carrera, entonces había 19 camellos y me inscribí en la carrera de camellos. Me explicaron que eran tres vueltas y el primer hue... que llegaba a la meta ganaba", continuó Benni.
De acuerdo a su relato, el camello "empezó con un destartalamiento impresionante, empezamos a correr, pero cuando llegamos a la curva todos los camellos doblaron y el único hue... que siguió recto fui yo. Chocamos con la única palmera que había en el desierto, me saqué la chu... (...) dos meses en el hospital, me enyesaron hasta la calla...".
Benni se lució
Ante la risa de los presentes, el comediante explicó que a raíz de este impacto "el camello perdió la memoria. Salí dos meses después del hospital, prácticamente quebré porque el negrito que me estaba cuidando el camello la daba agua y tuve que pagar como 5 mil dólares en agua".
Al parecer, el animal perdió la memoria y ya no seguía las instrucciones de su dueño. Por este motivo, decidió venderlo. "Al final logré canjearlo por dos burritos, perdí como 10 mil dólares en dos meses por hueón", sentenció.