Por moda o placer, ver a Vesta Lugg recorriendo el mundo es una imagen a la que sus seguidores ya están habituados en todas sus redes sociales.
Siempre con mucho glamour y la mejor de las pintas, la referente de 22 años emprendió una nueva aventura, esta vez al otro lado de la cordillera.
Durante la noche del lunes, Vesta aterrizó en el aeropuerto de Ezeiza, Argentina, y para partir rápido hacia su hotel y evitar las mañas de los taxistas boludos, prefirió tomar un Uber y así pagar con su tarjeta de crédito con cupo ilimitado para las mejores tiendas del "mundo mundial".
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El auto llegó y lo que debía ser un rápido viaje hasta donde pasaría la noche, se transformó en un bochorno para la ícono de moda.
De hecho, un pinchazo en un neumático dejó al vehículo que la transportaba medio chato, quedando varada en las amplias carreteras de la tierra del "bife chorizo".
"Ya nos pasó una eventualidad muy Vesta. Acabamos de llegar al aeropuerto de Buenos Aires. Y nos quedamos en panne, estamos a la mitad de la carretera", contó mediante sus historias en @vestalugg.
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Ya eran cerca de las 00.30 del martes y ahí seguían. El chofer le comentó que necesitaba llamar una grúa porque no tenía cómo cambiar la rueda, así que la rubia y sus dos acompañantes tuvieron que bajar e intentar tomar otro vehículo, lo que por un largo rato les fue imposible.
Caminata
Como dice el dicho, "antes muerta que sencilla", Vesta tomó su maleta llena de estilo y comenzó a caminar por un prado hasta las afuera de un hotel con "M", donde recién un Cabify le aceptó el viaje. Todo eso después de una hora, llegando cerca de las dos de la mañana a su hotel.
¿Y el glamour? No se pierde por ningún motivo, ya que la ex amiga de Kel dejó atrás el impasse y hoy se dedica de lleno al diseño de una nueva línea de zapatos.