Su presentación en el Festival de Viña de 2012 incluyó una talla que fue aprovechada por un emprendedor callejero y que tuvo como antecedente un pésimo acuerdo comercial con una empresa que le pagó para no usar su marca en su cuento de humor.
Daniel Haroldo Fica, más conocido por su chapa artística de Bombo Fica, tuvo una larga trayectoria que comenzó en los ochentas y lo llevo a ser número puesto en diversos programas de televisión. Sábados Gigantes, Noche de Ronda, Viva el Lunes o Venga Conmigo, por nombrar solo algunos. Y es que estuvo en gran parte de los programas más recordados.
Sin embargo, su mayor éxito finalmente se concretó durante este siglo, primero en el Festival del Huaso de Olmué y luego, en el año del terremoto, se concretó su primera visita al Festival de Viña del Mar.
Pero fue dos años después, en febrero de 2012, que el Bombo repitió en la Quinta Vergara y no solo obtuvo cuatro galardones, sino que también logró el peak de rating.
Todo esto incluyó un momento cumbre: la historia de la Masterplop, una talla que marcó el inicio de su presentación y que se instaló en la cultura pop a partir del ofrecimiento de una tarjeta de crédito y los problemas que se generan con los pagos de los intereses de los seguros.
“Esta tarjeta le va a cambiar la vida, porque usted la necesita, yo la necesito, todos la necesitamos”, dice el chiste en sus primeros momentos.
La historia de éxito de la Masterplop y un mal trato del Bombo
En una edición del programa Síganme los buenos, el Bombo reveló que un chileno se hizo millonario a partir de la exitosa talla de la ficticia tarjeta de crédito.
“La Master Plop es institucional. Una vez me encontré en el aeropuerto a un tipo que se me acerca y me dice: ‘Bombo Fica, ¿te puedo dar un abrazo? Es que yo gané mucha plata contigo’. ‘¿Cómo?’, le digo yo. ‘No, es que yo me dedico al comercio ambulante y cuando salió la Master Plop te vi. Mandé a hacer unas Master Plop y vendí 100 mil a luca’”, relató el humorista sobre un monto que podría haber llegado a los 100 millones de pesos. “No recibí ni uno. ‘Y ahora me voy para el Caribe con la familia’, me dijo”, agregó.
Adicionalmente, el homorista recordó que: “yo recibí esa tarjeta una vez de regalo, con la cara mía y todo y ya poh... el hueón vendió cien mil a luca. Esa es la viveza, la chispeza, diría Gary Medel. A mí me causó gracia en el momento, y después, como dos semanas después, comencé a pensar ‘por qué’. Después me vine a pegar los gomazos”, finalizó.
El propio Bombo, en otra entrevista con el programa Todos a Viña, contó que personalmente dejó de ganar bastante dinero, ya que llegó a un acuerdo económico poco favorable para no hacer el chiste con una marca real.
Según relató, la historia del chiste surgió a partir de una anécdota personal con la tarjeta de crédito. “Terminé pagando lo que me cobraban con una rabia, porque sentía que el sistema había abusado y se había aprovechado de mí y dije; ‘yo me tengo que desquitar de alguna forma’, entonces en los eventos de empresa yo nombraba a la empresa, yo hablaba de la tarjeta, la tarjeta tanto entonces causaba mucha gracia”, dijo.
“Llevaba cuatro años con la rutina, ya había recuperado la plata y me llama un gerente general de la empresa y me dijo: ‘Aló Bombo, mira nosotros somos de la empresa tanto, nosotros sabemos que tú tienes una rutina que habla justamente de nuestra tarjeta y nosotros queríamos saber cuál es el problema’. Y yo le conté: ‘lo que pasa es que yo fui a comprar y pasó esto, pagué una plata que no tenía que pagar’. Y me dice: ' mira el mal rato es tremendo, pero nosotros quisiéramos llegar a un acuerdo contigo ¿podrías venir a hablar con mi gerente de marketing’ y yo dije que sí”, comenzó contando Bombo.
Recordando la historia, el Bombo explicó que terminó encontrándose con una mujer, se puso nervioso a la hora de inventar una nueva rutina para reemplazar a la empresa real, momento en el que terminó aceptando “sin ningún problema” una suma de dos millones de pesos.
“Conversando después con un abogado prestigioso de este país me dijo ‘eso era una indemnización mínimo de unos $60 millones”, finalizó.