“Jamás tuve problemas con el alcohol”, escribió la Princesa del Pop en su autobiografía que fue lanzada en octubre pasado.
En octubre pasado, Britney Spears lanzó su potente libro best seller “La mujer que soy”, donde revela algunos datos desconocidos sobre su vida y carrera.
Uno de los episodios más polémicos de su vida, fue la llamada ”alocada” noche que tuvo la estrella junto a sus amigas Paris Hilton y Lindsay Lohan, en la década de los 2000.
El trío de celebridades fueron paparazeadas en un vehículo, en una imagen que ha sido icónica dentro de la cultura pop pero no positivamente, sino más bien recuerda los años de “excesos” de la intérprete.
Todo lo que se dijo en los medios fue exagerado
Sin embargo, Spears se ha encargado de contar la verdad detrás de esa noche de fiesta. En el capítulo 24 de su autobiografía, la cantante dijo que durante esos años era catalogada por los medios como zorra, alcohólica y drogadicta.
En ese tiempo, se hizo amiga de Paris, una de las pocas personas que ah estado con ella en las buenas y en las malas, pero que al ser catalogada como “fiestera”, afectó aún más la ya mala fama de Brit.
“Jamás tuve problemas con el alcohol. Me gustaba beber pero nunca se me ha ido de las manos”, confesó en el texto, donde además reconoció que su vicio era un medicamento llamado Adderall, recetado para la hiperactividad en niños.
“¿Y qué hicimos Paris y yo esa supuesta noche loca sobre la que todo el mundo armó tanto revuelo, cuando salimos con Lindsay Lohan? Nos emborrachamos. ¡Eso fue todo!”, escribió en su libro.
Y añadió: “Estábamos en una casa de la playa y mi madre se quedó con los niños (sus hijos) para que yo saliera con Paris. Nos lo pasamos bomba: bebimos e hicimos el tonto. Fue genial estar con amigas y desmelenarse. Eso no tenía nada malo”, finalizó.
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